Hacer lo que hay que hacer
Mar 29th, 2022 | By Editor | Category: Charlas con el Maestro–Quisiera comentar algo sobre el uso del barbijo –dijo el Maestro–. Mucha gente se queja de que con el barbijo no puede respirar, que está muy tapado y no entra bien el aire. Nosotros sabemos que con su uso ayudamos a minimizar los contagios al filtrar el aire, pero hay que tener en cuenta que de todas formas puede darse el caso de que algunas partículas logren ingresar. Para esos casos hay que ayudar con el uso de la mente. Si uno respira de cualquier manera, jadeando, sin unir cuerpo, mente y respiración, ahí se produce el problema. Acá mucha gente se queja del uso del barbijo, pero su uso ayuda a protegernos de los contagios, y no solo del coronavirus, sino también de la gripe y otras enfermedades respiratorias. En Taiwán la gente ya lo sabe y lo usa sin problemas. Por ejemplo, si alguien se siente resfriado, usa barbijo para evitar que las demás personas se contagien. Si los demás se contagiaran, luego podrían contagiar otra vez a la persona. Por eso hay que considerar bien las cosas y usar el barbijo. Fíjense que hay gente que, aún sabiendo que va a llover, sale sin paraguas porque le “molesta” llevarlo. Le molesta el paraguas, pero no le molesta estar tres días en cama engripados por no haberlo llevado. ¿Tiene sentido esto? Por eso hay que estar siempre atentos a qué piensa la mente y qué hace el cuerpo. No hay que pensar en qué le gusta o no le gusta hacer, sino en qué necesita o no necesita hacer. En la vida hay muchas cosas que uno tiene que hacer aunque no le guste, pero lo necesita. Esto también es práctica espiritual: hay que aprender a aceptar.
Una paciente siempre estaba enferma. Yo estudié su caso y vi que le faltaba amor. Le pregunté si ayudaba a los demás y me dijo que sí, que una vez por año lo hacía donando comida. Eso no es suficiente. Es como esos alumnos que dicen que estudiaron conmigo durante diez años. Pero en esos diez años vinieron solo dos veces. ¿Se puede decir que realmente estudiaron conmigo diez años? Por supuesto que no. Por eso, en la vida tenemos que poner atención a lo que hacemos y decimos. Esta vida es como un examen: uno tiene que tratar de mejorar. Hay que aprovechar esta vida para prepararse bien para la vida futura. Para eso, el cuerpo y la mente deben estar unidos. Hay que escuchar buenas palabras y realmente comprenderlas. Muchos dicen que entienden, pero luego actúan de tal forma que se ve que en realidad no habían comprendido. Hay que aprender realmente, no mentirse a uno mismo.
Fíjense en el virus, que no se va tan fácilmente. Y si no es el coronavirus, es otro, por ejemplo el de la gripe. Por lo tanto hay que seguir usando el barbijo, que es una barrera que minimiza el contagio. Debemos cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente. Y deben ir en el mismo sentido. Por eso, en esta vida, todo el tiempo tenemos que prestar atención a lo que estamos haciendo, practicando o aprendiendo, para ver si es correcto o no. Siempre necesitamos estímulos positivos que nos ayuden a cambiar y a modificar las malas costumbres. Es por eso que yo repito tantas veces algunas explicaciones y trato de estimularlos, incluso con cosas que los emocionen, para lograr cambiar y mejorar, no solo en esta vida, sino también en la futura. En general estas emociones duran alrededor de tres días.
Después vamos a practicar en más detalle los ejercicios, para ver cuándo debemos tomar aire, cuándo debemos soltar el aire, cuándo debemos hacer fuerza. Esto es importante para cuidar nuestro cuerpo y tener salud.
–¿Por qué dice que una emoción positiva dura tres días?–preguntó una alumna
–No podemos estar todo el tiempo haciendo sonrisas –dijo el Maestro–. Las cosas positivas deben durar para ayudarnos. Sin embargo, es cierto: hay gente a la cual lo positivo le dura muy poco tiempo. Ríen en un momento, y al otro ya están enojados y queriendo pelear con los demás. Por eso tenemos que aprovechar el tiempo y la afinidad que tenemos. No solo decimos cosas positivas acá, sino también en cualquier momento en que nos encontramos. Fíjense que lo bueno cuesta a veces retenerlo, mientras que lo malo no desaparece fácilmente: a veces dura, incluso, toda la vida.
Aunque cada uno tiene su profesión, no es tan completo, solo se observa una parte de la Naturaleza. Tenemos que aprender a mover el cuerpo entero y así podremos comprender más la Naturaleza completa. La Naturaleza incluye no solo este planeta, sino los demás planetas, todo el Universo. Debemos empezar por nuestro propio cuerpo. Fíjense que si quieren moverse y a la vez acompañar con la respiración, les cuesta. Si quieren también que la mente acompañe ese movimiento, les cuesta más todavía. Por eso debemos seguir practicando y avanzar paso a paso.
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Resumen de la charla del Maestro Chao Piao Sheng del 26 de marzo de 2022. Prohibida su reproducción sin autorización del autor.
Desgrabación: Andrés Coratella