-Todos conocen la triste noticia del fallecimiento de Maria –dijo el Maestro-, una de las discípulas más antiguas de la Escuela. Yo he perdido una discípula. Todos los alumnos y discípulos son un tesoro para mí. Ustedes me ayudan y me acompañan. Todos juntos aprendemos. Yo estoy acá solo y lo que logré es gracias a ustedes. Por eso tenemos que estar unidos así el grupo se hace más fuerte –la voz del Maestro suena atravesada por la emoción-. Cada uno tiene su vida y nosotros podemos ayudarnos recitando el mantra. Pero cada uno tiene su propio destino. Ojalá ahora y en adelante María viva en nuestra mente y nos siga acompañando. Ella me ayudó mucho con la venta del libro y consiguió que se pueda vendar en distintos lugares. Por eso cada uno me ayuda de distintas formas. Les quiero agradecer que siempre me acompañan. Nosotros, al perder algún miembro del grupo, tenemos que volvernos más unidos y fuertes. Aprovechar todos los momentos. Practicar bien y más y ayudar el camino futuro. Si no se practica bien no se estará bien preparado, será un lastima. Después si seguimos no sabemos si tendremos afinidad. Maria comenzó hace 27 años en el año 1995 junto con Angélica. Estuvo conmigo tanto tiempo y para mí no es fácil este momento. Debemos comprender que la vida es variable. Debemos tener fuerza y seguir adelante. A las 11:15 vamos a terminar la clase e iremos caminando al velatorio para despedir a Maria. Al llegar haremos dos filas para ingresar y luego recitaremos todos juntos el mantra alrededor del cajón.

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Resumen de la charla del Maestro Chao Piao Sheng del 9 de abril de 2022. Prohibida su reproducción sin autorización del autor.
Desgrabación: Andrés Finkelstein..