Buenos hermanos

Ago 29th, 2022 | By | Category: Charlas con el Maestro

–Recuerden que mañana, 28 de agosto, es el aniversario de la Fundación Tzu Chi –dijo el Maestro–. Los esperamos en Arribeños 2275, CABA, a las 15 hs.

Ayer alguien me preguntó si este mes salieron más demonios en la sociedad. Y es cierto: un mes por año la puerta queda abierta para que los demonios salgan y busquen comida, afinidad, etc. Por eso nosotros los llamamos “buenos hermanos” (好兄弟, hao hsiong ti), no demonios, para tratarlos con respeto y evitar así problemas. La Maestra Cheng Yen dijo que este mes podía darse esta situación, y que la gente debía hacer ofrendas de comida, agua, toallas, perfumes, etc. En el calendario viejo (lunar) siempre cae en el séptimo mes, pero dependiendo del año eso no coincide siempre con el mes de julio.

El día 22, todos ustedes me enviaron sus saludos por mi cumpleaños. Quería decirles esto: cuando uno nace, al principio llora mucho. Los bebés, y los niños hasta más o menos los 8 años, todavía no tienen el tercer ojo del todo cerrado. Por eso los bebés al nacer lloran, porque ven que van a tener que sufrir. Cuando uno cumple años, en general todos le desean que pase un lindo día. Para mí es mejor desear que pasen un lindo año, para poder hacer una buena introspección.

Nosotros al nacer tenemos marcado el destino, pero en la vida debemos luchar para cambiar ese destino. Si uno siempre mantiene su carácter y su modo de ser, se va a cumplir su destino. Pero si, en cambio, lucha para mejorar por medio de la práctica, se puede cambiar ese destino. No se debe decir “yo nací así, soy así” y nada más: uno debe esforzarse y cambiar.  Pero esto requiere trabajo. Piensen en una rama de árbol: si queremos que cambie de dirección, tenemos que alambrarla y esperar mucho tiempo para lograr, poco a poco, que cambie al ir creciendo, aunque tire con fuerza para el lado donde iba a crecer. Nuestro carácter y nuestra personalidad no son fáciles de cambiar. Es por eso que debemos practicar los ejercicios, muy lentamente, para lograr concentración y así poder cambiar. Los seres humanos somos distintos en eso a los animales: ellos siguen siempre su destino, no pueden cambiar, no tienen colegios para aprender y mejorar. Nosotros, en cambio, vivimos en sociedad para intercambiar conocimientos y experiencias. Fíjense en nuestro grupo, acá en la plaza: practicamos todos en círculo. ¿Para qué lo hacemos? Para poder vernos y así poder comparar y corregir las diferencias. Los animales no pueden hacer esto. Los humanos tenemos muchas maneras para lograr cambiar, pero algunos cambian más rápido mientras que otros cambian más lento, o algunos ni siquiera logran cambiar.

Yo les explico todo esto porque esa es la misión que me encomendó mi Maestro, por eso vine acá. Algunos aceptan lo que explico, otros no: eso depende de cada uno. Yo, por mi parte, tengo que realizar mi misión. El tiempo es corto y quiero cumplir bien mi misión, que no consiste simplemente en enseñarles taichi chuan.

En el consultorio les mostré a varios alumnos un libro de sutras, que consta de 12 tomos. En cada uno, en cada página, hay cientos de ideogramas. Yo tenía estos libros pero nunca los había leído. Un día me puse a leerlos, y no podía creerlo: las enseñanzas que yo les doy se encuentran ahí, en los sutras, a pesar de que  nunca los había leído. Eso demuestra que lo que les hablo no está equivocado, y que esta práctica que hacemos es correcta.

Esos sutras ayudan a mejorar nuestro espíritu, pero para acceder a ellos hay que leer mucho, cientos de páginas. En cambio, si practicamos en forma concentrada, podemos llegar al mismo destino de una manera más directa.

Mi yerno enseña filosofía budista en la facultad y conoce perfectamente los sutras, ya que incluso va a dar charlas sobre el tema a los monjes en los templos. Cada vez que viajo a Taiwán nos vemos y charlamos sobre estos temas. Él siempre saca un cuadernito que tiene y anota todo lo que digo, porque siente que explico los términos de una forma distinta, mucho más clara. Hace poco hablamos por teléfono y me preguntó cuándo iba a ir. Extraña estar cerca conmigo y seguir aprendiendo.

Por eso les cuento todo esto, ya que queda poco tiempo. Mis explicaciones no son de ninguna religión, son generales, de filosofía, pero son muy útiles. ¿De dónde surgieron estos conocimientos? De la práctica. Por eso yo quiero que ustedes aprendan bien, para que con la práctica correcta lleguen a entender todas esas cosas.

Ya varios alumnos me contaron que antes habían tenido otros maestros, pero que ellos nunca les hablaron de todo esto, solo se limitaban a enseñar artes marciales. Yo, en cambio, les quiero enseñar de forma completa. Y por eso les quiero llamar la atención para que no pierdan tiempo: hay que seguir practicando con fe y con paciencia.

Bueno, vamos a practicar tui shou. Luego de la clase vamos a ir a ese árbol grande que está allá, para compartir un almuerzo y charlar.

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Resumen de la charla del Maestro Chao Piao Sheng del 27 de agosto de 2022. Prohibida su reproducción sin autorización del autor.
Desgrabación: Andrés Coratella

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