El horario de práctica y el Tao Te Ching

Nov 29th, 2022 | By | Category: Charlas con el Maestro

El Maestro envió dos textos, uno sobre el horario de práctica y otro sobre el Tao Te Ching, que nos leyó Angélica. También compartió el video “The Social Swipe”, sobre una fundación de Hamburgo, Alemania que organiza donaciones para distintos fines, que se realizan por medio de tarjeta de crédito. Luego entre todos reflexionamos sobre los textos y el video. Durante la clase, Gastón nos dio algunas explicaciones de bio-mecánica y practicamos aplicaciones.

Sobre el horario de práctica

Había un hombre de Taipei que luego de jubilarse empezó a ir todas las noches al campo de deportes para correr y bailar. Después de dos años, no solo no estaba más fuerte, sino que, por el contrario, sufría de insomnio, mareos y presión arterial alta.
Cuando fue a ver al médico, este le dijo: «Lo que tu cuerpo necesita es ejercicio.». Él, muy sorprendido, le respondió: «Pero yo hago ejercicio todos los días, en los últimos dos o tres años no he dejado nunca de ejercitarme».
El médico le preguntó: «Pero, ¿en qué momento del día hacés ejercicio?». «Por la noche», le respondió el hombre. El médico le dijo: «La razón se encuentra en lo siguiente: Hacer ejercicio durante el día es nutrir el yang, Hacer ejercicio por la noche es perjudicial para la energía yang.».

Hasta los pájaros saben esconderse en el bosque por la noche. Hacer ejercicio por la noche es ir en contra de la naturaleza. No solo no vas a obtener resultado del ejercicio, sino que encima dañarás tu cuerpo.
Hoy en día, no solo hay muchos jóvenes que van a ejercitarse al gimnasio por la noche, después de trabajar, sino que los ancianos tampoco se quedan atrás. En Kaohsiung hay un grupo de ancianos que corren juntos a lo largo del río por la noche. Muchos de ellos no pueden resistirlo ni siquiera un mes, y se enferman.

En el «Canon de Medicina Interna del Emperador Amarillo» (Huang Ti Nei Ching) se lee: «La energía yang es dueña del exterior durante el día: al despuntar el alba, se eleva; durante el día, es intensa; al atardecer, se torna débil, y las puertas de la energía se cierran. Por eso, al atardecer es la hora de reunirse; no hay que molestar a tendones ni a huesos; no hay que toparse con niebla ni rocío. Si no se respetan estos tres momentos del día, el cuerpo se debilitará.»

Ya lo dijo el Huang Ti Nei Ching hace miles de años: no hagas ejercicio por la noche, no perturbes a los tendones y a los huesos, no transpires y afectes la energía yang. A la noche las aves retornan a sus nidos, la energía vital se retrae, la energía yang se almacena, los poros se cierran. Si en ese horario se hace ejercicio, se corre o baila, habrá congestión de sangre en los músculos, los órganos internos se debilitarán, y la persona tendrá cada vez menos energía, es decir, justamente lo contrario de lo que se busca al hacer ejercicio.


Madrugar y hacer ejercicio: hay que esperar la luz del sol
El «Canon de Medicina Interna del Emperador Amarillo» no solo propone hacer menos ejercicio por la noche, sino que también plantea la importancia de «esperar la luz del sol» para practicar, en caso de madrugar.
Como dice el dicho: «Levántate al salir el sol, descansa al anochecer». Conforme el sol sale o se pone, la energía yang del cuerpo sube o baja.
Algunas personas mayores realizan sus ejercicios matinales, como la práctica del taichi chuan, temprano a la mañana, a eso de las 5 o 6. Lo hacen cuando aún no aclaró, para aprovechar la brisa fresca.
Los médicos les recuerdan a todos: ¡para practicar hay que darle importancia al horario! Especialmente en otoño e invierno, ¡no piensen que mientras más temprano se levanten, mejor será para el cuerpo! Si el sol aún no ha salido, practicar taichi chuan bajo la fresca brisa matinal no es ejercitar el cuerpo, es querer enfermarse. Efectivamente, luego de practicar de esta manera unos meses, hay ancianos que comienzan a sentir dolores en las articulaciones de todo el cuerpo, y el dolor es tan intenso que no pueden levantarse para hacer ejercicio.


Ejercicio: ¡sigamos al sol!
Hacer ejercicio es algo bueno, pero es importante asegurarse de hacerlo en el momento correcto. Por la noche es mejor no hacer ejercicio. Por la mañana temprano hay que esperar a que salga el sol para practicar.
También hay que evitar el viento fuerte, la lluvia intensa, y el frío o el calor severo. Los médicos recomiendan: el día también puede dividirse en cuatro estaciones. La mañana y la tarde son similares a la primavera y el verano: se puede hacer ejercicio y transpirar. Al anochecer, sin embargo, es momento de replegarse. Al igual que el otoño y el invierno, es necesario nutrir el yin, sentarse en silencio y estar en calma.

Una frase del Tao Te Ching

Hay una frase del libro Tao Te Ching que me moviliza profundamente: «si poco, lo obtendrá; si mucho, se confundirá».

¿Por qué dice «si poco, lo obtendrá»? Se refiere a que si una persona desea poco, es fácil que se sienta satisfecha, mientras que una persona que tiene muchos deseos, aunque consiga cosas, no se sentirá nunca satisfecha, sino que sentirá confusión en su propio corazón.

Esta frase es para advertir a todos que el caos en que actualmente está sumido este mundo ocurre porque la gente en general es demasiado codiciosa, y que el daño extremo que se le está infligiendo al planeta lo está llevando hacia su destrucción.

En la práctica del taichi chuan, hay que practicar muy bien un movimiento
hasta que pueda ser incorporado y utilizado ampliamente: recién ahí puede decirse que el movimiento ha sido aprendido. Aquí vemos la aplicación de la frase: «si poco, lo obtendrá».

Generalmente, la gente piensa que tiene que aprender mucho de una sola vez, que tiene que llenarse de cosas, como se llena una botella solo para almacenarla. Pero es importante dejar un espacio vacío en la botella, para poder luego agitarla y mezclar bien sus contenidos para que resulten provechosos. No somos simplemente un depósito o almacén: aprendemos cosas para luego utilizarlas. Si no sabemos cómo usarlas, entonces debemos recordar lo que dice la frase: «si mucho, se confundirá».


Desgrabación: Andrés Coratella

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