Cuerpo y mente

Dic 31st, 2022 | By | Category: Charlas con el Maestro

El Maestro envió un video en el que, con la ayuda de Darío, muestra cómo usar una técnica de la primera parte de la forma de taichi chuan cuando alguien nos toma ambos brazos. Explica la importancia de mover el cuerpo como una unidad para que la técnica sea efectiva. Recomienda que el grupo vea el video durante la clase y luego lo practique varias veces. De esta forma podrán identificar los pequeños detalles del movimiento y las sensaciones del cuerpo al realizar la técnica. 

Por otro lado, el Maestro compartió un interesante documento de un profesor de Harvard. Este profesor confirma que el cuerpo efectivamente cambia de acuerdo a lo que pensamos.

Nuestro cuerpo tiene una capacidad muy poderosa de autoreparación, autocuración, autoadaptación, autodespertar y autosalvación. El cuerpo humano es equivalente a un pequeño universo, que es autosuficiente. Todas las personas tienen un gran potencial y encierran dentro de sí un tesoro. La llave para abrir este tesoro es creer en uno mismo desde el fondo del corazón.

1. El tamaño de tu mente es el tamaño de tu universo

Si crees que no puedes hacer algo, realmente no lo podrás hacer. Si sientes que estás enfermo, realmente no podrás levantarte. Si estás de acuerdo con el veredicto del hospital de que solo te quedan tres meses de vida, entonces en tres meses morirás.

Estas son expresiones aparentemente absurdas, pero muy realistas. Muchas personas, luego de haberse enfermado, mueren no por el dolor de la enfermedad en sí, sino por el pánico, la preocupación y el miedo a dicha enfermedad.

De hecho, la verdad es: cuando tienes una fuerte convicción de que no te afectarán las emociones negativas, y cuando mantienes tu mente firme y conectada constantemente, ¡tus capacidades son ilimitadas!

2. ¿Tu mente es lo suficientemente firme?

Todos llevamos dentro, de forma innata, un «médico extraordinario» que puede curar nuestros problemas físicos y mentales. El secreto de la longevidad es manejar bien los pensamientos y las emociones. Esto implica que existe una extraña y secreta relación entre lo físico y lo mental, entre nuestro cuerpo y nuestros pensamientos. Si crees que algo te afectará, lo hará; si no lo crees, no lo hará.

En la llamada «salud física y mental», lo «físico» es algo bien concreto, mientras que lo «mental» es algo intangible y esquivo. Cuando resolvemos diversas afecciones físicas, solemos solucionar únicamente los síntomas físicos, ¿es esto verdaderamente correcto?

Hollywood hizo una vez una película llamada «Contrario a las agujas del reloj» (Counter Clockwise), que se basó en un caso experimental real. Una profesora de psicología experimental llamada Ellen Langer hizo el siguiente experimento en 1979:

En un monasterio en Pittsburgh, EE. UU., construyó cuidadosamente una «cápsula del tiempo», acondicionándola exactamente como se estilaba 20 años atrás. Invitó a 16 personas mayores de entre 70 y 80 años y las dividió aleatoriamente en grupos de 8 personas. A un grupo de personas los hizo vivir en esa «cápsula del tiempo» durante una semana.

Durante esa semana, las personas se sumergieron en el ambiente de 1959, escuchando música de la década de 1950, mirando películas y comedias de la década de 1950, leyendo periódicos y revistas y hasta debatiendo sobre temas de dicha década, como por ejemplo sobre el lanzamiento del primer satélite por parte de los Estados Unidos, y sobre otros acontecimientos de la actualidad internacional de ese entonces. Debían llevar una vida como la llevaban 20 años atrás, desde cómo levantarse y vestirse hasta la forma de lavar los platos y caminar.

El otro grupo, bajo exactamente las mismas condiciones de alimentación, trabajo y descanso, evocó y discutió sobre los acontecimientos del año 1959 de una manera nostálgica.

El resultado del experimento fue que ambos grupos de personas mayores mostraron una clara y manifiesta mejora en la condición física. Antes del experimento, casi todos habían llegado acompañados de sus familiares, y se los veía viejos y con pasos vacilantes. Después de la semana del experimento, no solo habían mejorado significativamente la visión, la audición y la memoria, sino que también mostraron claras mejoras en la forma de caminar y en la fuerza física.

El progreso de los ancianos que «vivieron» como 20 años antes fue aún más asombroso: eran más ágiles en sus manos y pies y sacaban puntuaciones más altas en las pruebas de inteligencia. Incluso personas que no habían intervenido en el experimento, al ver las fotos del antes y el después, apenas podían creer lo que veían.

Ante tal resultado, hasta el día de hoy, todavía nos resulta difícil explicar qué tipo de interacción se produjo entre el cerebro y el cuerpo de estos ancianos durante esa semana. Sin embargo, psicológicamente, si realmente crees que tienes 20 años menos, tu cuerpo cooperará en consecuencia: esto ya es un hecho definitivo.

Esto también prueba que el envejecimiento no es tan solo el declive y envejecimiento del cuerpo, sino que también proviene de factores psicológicos. La fisiología puede causar cambios en la mente, y los pensamientos pueden incluso causar cambios físicos.

3. Cambia el entorno según tu mente, cambia tu cuerpo según tu mente

El envejecimiento es un concepto inculcado. La debilidad, la impotencia y la enfermedad de los ancianos son a menudo el resultado de la costumbre y el hábito más que un proceso fisiológico inevitable. Por ejemplo, a medida que las personas envejecen, ¿declina necesariamente la memoria? ¡La respuesta es: absolutamente no! Lo que realmente inhibe nuestro potencial es que vivimos en una sociedad que le rinde culto a la juventud y aborrece la vejez.

Mucha gente cree obstinadamente que existe una conexión inevitable entre el debilitamiento de las funciones del cuerpo humano y el envejecimiento. Este tipo de pensamiento es extremadamente letal. Si tenemos más control sobre nuestras propias vidas, si decidimos el programa de entretenimiento que queremos ver por nosotros mismos y si cuidamos personalmente las plantas de la casa, seremos más felices, más jóvenes y viviremos más que los ancianos que están totalmente cuidados.


Desgrabación: Andrés Finkelstein

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