-Cómo pasa el tiempo –dijo el Maestro-. Parece que ayer fue año nuevo y ya estamos en abril. Cada año uno espera que sea mejor que el anterior. Pero el clima y la Naturaleza no están mejor. Están peor. Por eso nosotros tenemos que estar despiertos y prestar atención a la Naturaleza. Además, en nuestra vida tenemos que pensar cómo vivir mejor. Cómo hacer para mantenernos y alimentar nuestras vidas.

Para nosotros hay un dicho: “Si quiere vivir, hay que moverse”. Si no se mueve, es como los vegetales. Hay que aprovechar esta movilidad para lograr un mejor efecto. Unir la mente con el cuerpo; así sale bien. Recién hicimos los ejercicios. Fíjense que en cada movimiento uno debe mover todo el cuerpo y las articulaciones, todo junto. Estirando cada parte del cuerpo. Acomodando el cuerpo. Todos nuestros ejercicios son para acomodar el cuerpo. Si uno no sale bien quiere decir que aun falta algo por corregir. Por ese tienen que fijarse bien cómo lo hacen. Ustedes son mucho más inteligentes que yo. Ustedes quisieron aprender taichi y lo hicieron inmediatamente. En mi caso yo tuve que esperar un año y tres meses, observando desde afuera las clases de mi maestro. Después de ese tiempo mi maestro me aceptó. ¿Por qué? Porque fui tonto (risas). Solo miraba, nada más (risas). Todos los días no podía practicar, solo mirar y mirar. Un día entendí. Cuando empecé haciendo los ejercicios, mi maestro solo me enseñaba un movimiento que tenia que practicar mucho tiempo. No avanzaba tan rápido. Yo era muy lento y avanzaba lento. Ustedes son más inteligentes y avanzan más rápido (risas).

-Cuando yo empecé aprendíamos un movimiento cada cinco meses –dijo Angélica-. Y ese movimiento lo practicábamos durante toda la clase.

-Entonces, usted también es tonta (risas). Cada ejercicio hay que verlo bien y luego hacerlo bien.  Al realizarlo y comprenderlo bien se logra un gran efecto para todo. No solo para una cosa. Así se aprende completo. Por eso quiero que ustedes con esta práctica llenen todo. No falta ningún punto. Por eso la práctica es tan importante. Aprovechar la vida. Aunque sea un rato cada día destinarlo a la práctica. Y si lo hacen bien concentrados, lograrán un buen efecto. Es importante, aunque sea poco tiempo. Con concentración verán que les sale bien. Y en otros momentos que estén más dispersos y no les salga bien, propónganse hacerlo de nuevo, pero bien concentrados. De esta forma se sentirán inspirados. Solo con concentración surge la inspiración. Por eso hay que practicar. Utilizar el cuerpo para dominar la mente. Hasta que ambos se unen y surge la inspiración. Por eso esta práctica, aunque no puedan hacerla todos los días las 24 horas, intenten por lo menos practicar 30 minutos o una hora. Por lo menos para que puedan sentir algo y noten algún efecto. Poco a poco les va a interesar más. Y si esa sensación durante la práctica es linda, los motivará a continuar practicando. Aunque hoy no puedan practicar tanto, con el tiempo les interesará más, incluso la parte espiritual.

Cuando uno va creciendo, la parte espiritual se hace más importante. Prepararse para las otras vidas. Entonces podemos utilizar el tiempo de práctica para aprender a estar concentrados y tranquilos la mayor parte del día. Ahora, aunque tienen que trabajar y no pueden practicar tanto, pueden utilizar esta práctica para ayudar en sus trabajos. Sirve para cualquier actividad o tarea. Después cuando se jubilen podrán practicar mas tiempo y aprender otras cosas. Les será mucho más fácil ya que estarán más concentrados. Con concentración se aprenden mucho más fácil.

Seguro han escuchado de alguien que luego de jubilarse se puso a aprender cosas. Como tienen tiempo, ganas y concentración pueden avanzar más rápido. Y la actividad al gustarles, no solo la disfrutan, sino que llenan su interior. No solo piensan en el afuera. Ayer fui a visitar a un compañero que esta muy enfermo. Me contó que sus padres, luego de jubilarse, viajaron por el mundo. Tenían un buen pasar. Después de un tiempo le apareció Alzheimer. Todos decían se lo veía tan activo. Se gastaron su felicidad. Por eso hay que aprovechar el tiempo practicando. Hacer algo bueno no solo para uno. No solo pensar “voy a disfrutar mi parte, mi alegría”. Cada uno tiene su límite de felicidad. Si fuera tan largo el límite, seria como un emperador. Para ser emperador, se juntan muchas vidas de felicidad. No hay que compararse con otros ni envidiar la felicidad ajena.

Uno tiene que practicar por lo menos para ser más espiritual. El otro día una chica me dijo “uh, sentí mucha energía”. A veces utilizar la energía, en realidad es utilizar más el espíritu. El espíritu que nos da ganas de hacer algo. Nunca es demasiada la energía. Si uno no sabe cómo utilizar la energía, la va a derrochar. Uno debe entender y evitar el mal uso. El mal uso puede traer problemas y en realidad uno no entiende que está enfermo. Como esta chica que por eso me consulto. ¿Qué me pasa? Mucha gente confunde el sentir mucha energía. Su pensamiento es incorrecto. Me dicen que no pueden dormir. Según que caso puede ser por mucha energía u otra razón. Varia si está practicando o no. Si no esta practicando el no poder dormir es una cosa. Hay muchas cosas que tienen que comprender. No es tan simple. Parece así. Uno lo piensa solo. Siempre les digo, el humano tiene mucho para aprender de las relaciones sociales. Mucho más que los animales, que solo comen y descansan. En el libro “Vibrando en la Naturaleza” explico todo esto.

Ahora Angélica va a leer un texto que encontré en internet y que Andrés Coratella tradujo al castellano:

Padre e hijo

Tú firmas su acta de nacimiento.

Él firma tu certificado de defunción.

Cuando él nace, tu cara se llena de sonrisas.

Cuando tú te vas, su cara se llena de lágrimas.

Tú asientes al médico para que practique una cesárea y pueda nacer.

Él asiente al médico para que te desconecten.

Tú lo mandas al jardín de infantes.

Él te envía a un hogar de ancianos.

Tú le das una bicicleta.

Él empuja tu silla de ruedas.

Tú lo llevas en brazos a casa desde el hospital.

Él te lleva entre sus manos a casa desde el crematorio.

Tú le compras una casa grande.

Él te compra un jarrón pequeño.

Tú lo inscribes en el Registro Civil.

Él te quita del Registro Civil.

-¿Qué significa esto? -pregunta el Maestro-.

-Es la vida misma –dijo Angélica-. Cuando un hijo nace, uno lo lleva a todos lados, le enseña. Luego los hijos nos llevan al asilo, o nos tienen en sus casas. De acuerdo con como uno ha sido con los hijos. Este texto me mueve mucho ya que hoy es el aniversario del fallecimiento de Maria. Al leer el texto la recordé a ella.

-Angélica ya es abuela y comprende todos los casos, de hija y madre. Por eso en la vida es importante tener buena educación. Esta inicia con el feto. Luego su vida, padre e hijo será bárbara. Pueden marcar sus sueños. La educación es tan importante. Pero cuando es todavía un feto. Antes de que nazca. Una vez que nace ya tiene su carácter. El feto puede 100% decidir. Nuestra palabra es fuerte para ellos al escucharnos. Prueben tocar sus panzas mientras hablan. Sentirán una vibración. Dentro de la panza es mucho más fuerte.  Por ejemplo, una compatriota vino de chiquita acá. Sin embargo, no es lo mismo que nacer acá. ¿Por qué es distinto? Porque estuvo en la panza en otro país. Ahí escuchaba solo chino y la cultura e historia es distinta. Por eso la educación del feto es tan importante.

Con esto quiero llamarles la atención. ¿Por qué mi hijo es así? Porque no piensa uno mismo qué hizo al principio. Cuando su hijo/a estaba en la panza. Todo es por algo. Causa y consecuencia. Nada es por casualidad. Cómo preparó uno las condiciones de su hijo/a.

Tal vez Luis quiera compartir algo de su viaje.

-Estoy muy contento de volver –dijo Luis-. Estuvimos tres meses en la India, con tres grupos diferentes. Fue mucho trabajo y resultó muy satisfactorio ver cómo la gente iba asimilando una cultura nueva y nosotros también aprendiendo permanentemente. Es un doble aprendizaje. Por un lado, meterse en otro país que es tan diferente. Por otro lado, estar atento al grupo. Y eso es muy complicado a veces.

-¿Por que es complicado? ¿Qué sentías? –preguntó el Maestro

-Ahora siento mucha satisfacción. Al principio del viaje hacemos una reunión donde cada uno cuenta por qué quiere visitar India, y al final hacemos otra reunión donde cada uno cuenta su experiencia. Escuchar que todos los prejuicios que uno tenía sobre un país se caen, y todos los aprendizajes que uno tiene aparecen como algo nuevo es muy satisfactorio. La gente vuelve muy feliz. Uno siente que cumplió con algo. Y eso está muy bueno.

-¿Porque quería que Luis hable ultimo? –dijo el Maestro- Estas palabras sobre su experiencia son muy importantes. Cuando algo es fácil, no se aprende nada. Cuando aparece la dificultad, uno aprende y le queda la experiencia. Por eso todos los días busquen algo difícil, así aprenden. ¿Y cuándo lo difícil sale bien, que les parece? ¿Como se siente? ¿Muy contento no? Uno gana en fe para seguir nuevos desafíos. Por eso en la vida uno tiene que ser así. Para aprender más.

Ahora a practicar.

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Resumen de la charla del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 8 de abril.
Desgrabación: Andrés Finkelstein