El baño de Buda y el amor de madre

May 18th, 2023 | By | Category: Charlas con el Maestro

—¿Conocen a este señor? –preguntó el Maestro señalando a Carlos, un alumno muy antiguo.

—Es más antiguo que yo, es el más viejo de la Escuela -dijo Angélica-. Tantos años de práctica y mucho tiempo sin venir ¿Lo ven que está oxidado? Parece que está bien. Una cosa veo que cambió. Tal vez se contagió también de Córdoba, provincia donde reside. Veo que ahora respira por la boca. ¿Cuándo viniste a Buenos Aires?

-Hace 4 días –dijo Carlos–, Vine a conocer a mi nieto y para practicar en la plaza –y los alumnos aplaudieron.

-Hoy vamos a hacer bien la práctica –dijo el Maestro-. Recuerden que hoy vienen de Taiwán a filmarnos. La cámara nos va a estar vigilando (risas). Mañana es el día del baño de Buda y también el día de la madre en muchos países del mundo. Por eso en la Fundación Tzu Chi hacemos una ceremonia a las 14:20 hs. Están invitados todos a participar. Quienes asistan vean si pueden sentir la sensación de tranquilidad y recibir algunas de las ideas de como Buda puede ayudar en nuestra vida. Como copiar el espíritu de Buda. Nosotros aprendemos todos los días. Una vez al año en esta ceremonia, es más importante reflexionar profundamente y copiar bien su espíritu. También es el aniversario de la casa central de la Fundación. Por eso es tan importante la fecha de mañana. Coinciden los tres eventos. Es una buena oportunidad para conocer la Fundación de cerca. La próxima semana habrá curso de cocina vegetariana. Hasta ahora confirmaron 12 personas. El próximo sábado luego de la clase nos vamos para allá. Aprenderemos a cocinar y comeremos. Veremos cómo les gusta (risas).

Ahora Angélica va a leer un texto traducido del chino por Andrés Coratella.

El vestido remendado

En Cantón había una mujer rica llamada Chiang Ya-Li. Un día sufrió un accidente de tránsito que, por fortuna, no fue grave, ya que solo tuvo algunas cortaduras. Pero se vio obligada a llevar el auto al taller mecánico. Entonces, repentinamente, reparó en que sus padres, a los cuales no veía desde hacía mucho tiempo, vivían en los alrededores, por lo que decidió ir a visitarlos y pasar con ellos la noche.

Al día siguiente, al ponerse la ropa, descubrió que su madre había cosido con aguja e hilo unas roturas que se habían producido a raíz del accidente. Ya-Li se sintió emocionada, pero a la vez miró la costura con desagrado, ya que era muy grosera y se notaba mucho. Decidió que, como ella tenía dinero, al volver tiraría a la basura esa ropa remendada y se cambiaría. Pero como tuvo mucho trabajo, se olvidó del asunto, y vestida todavía con esa ropa, entró y salió de varios lugares a los que tuvo que concurrir. Incluso se reunió por un contrato atrasado para concretar un importante negocio, y estuvo atareadísima hasta la noche. Al llegar a su casa, se quitó la ropa y la tiró a la basura.

Al otro día, se reunió nuevamente con el cliente del día anterior para firmar ese importante contrato. El cliente le preguntó por qué no traía puesta la ropa remendada, a lo que ella respondió que se había cambiado para lavarla. El cliente le dijo: «Quizás usted no lo sepa, pero nosotros aceptamos firmar este contrato porque notamos que lleva puesta ropa remendada. Usted es una persona sencilla y trabajadora, sin ninguna duda es muy buena para trabajar y para tenerla como socia». Al volver a su casa, Chiang Ya-Li sacó la ropa remendada de la basura, la lavó y la colgó, pensando que en algún otro momento le podría ser útil.

Luego de una semana, estaba una mañana a punto de salir para su trabajo cuando vinieron dos policías y le informaron que una noche de la semana anterior una mujer rica había sido secuestrada y asesinada, y que los secuestradores habían sido detenidos. Al ser interrogados, confesaron que originalmente pretendían secuestrar a Chiang Ya-Li, y por eso los policías fueron a advertirle que tuviera cuidado. Pero al preguntar por qué habían cambiado de parecer y no la habían secuestrado, contestaron que no lo hicieron porque vieron que llevaba ropas remendadas, y eso no encajaba con la idea que tenían de cómo debe vestirse una mujer rica. Chiang Ya-Li quedó profundamente conmovida, ya que nunca hubiera pensado que vestir ropas remendadas podría llegar a salvarle la vida.

Cuando la policía se fue, Chiang Ya-Li abrió el armario, tomó el vestido y acarició las gruesas costuras hechas por su madre, llorando como un niño. Y se puso a pensar en que en esta vida, no importa qué tan ricos seamos o qué nivel social tengamos, siempre debemos recordar que tenemos que ser amables con nuestros padres, ser muy agradecidos y no desviarnos de nuestro camino. El amor de madre es como un pequeño arroyo que, aunque silencioso, puede humedecer nuestra alma reseca. Es simple, pero en su simpleza se esconde una grandeza admirable. A veces, las madres son como una medicina especial y efectiva. Y a veces, el amor de madre es como una lámpara brillante en el mar de nuestras vidas, guiándonos con su luz para que abandonemos el camino equivocado… Este profundo amor de madre, ¿quién puede sentirse capaz de medirlo? Por eso, ¡demostremos nuestra piedad filial a nuestros padres y vayamos a visitarlos más seguido!


-¿Entendieron la explicación? –preguntó el Maestro-. Mañana en Taiwán es el día de la madre. Por eso hoy al reflexionar con este texto tengo presente en mi corazón a mi madre. La hija de la historia no se da cuenta que su madre le cose su ropa. Cuando alguna persona se vuelve lujosa, se olvida y no presta atención. Este caso es tan importante. Al encontrarse con su gran e importante cliente no se dio cuenta del detalle de su ropa rota. Solo estaba pensando en la firma de su contrato para lograr un gran negocio. Por eso nosotros debemos prestar atención a cada detalle durante nuestras actividades diarias. Cuidarnos bien. No pensar que si uno tiene mucho dinero y puede llevar una vida lujosa puede hacer cualquier cosa para mostrarle a la gente. A veces esto puede significar perder la vida. Como sucede en la historia que escucharon. Terminaron sucediendo 2 cosas buenas en poco tiempo. Si la chica en adelante se cuida bien y presta atención en sus actividades, todo irá bien y será más suelto. Tendrá menos problemas. Por eso siempre les digo que nuestra práctica es muy importante. Nos enseña a prestar atención a los pequeños detalles. Nos acostumbramos y lo incorporamos en todas nuestras actividades. No es solo un arte marcial. Por eso siempre busco ejemplos de la vida cotidiana para mostrarles cómo lo que aprendemos termina sirviendo para cualquier área de nuestras vidas. Por eso recuerden: Los detalles pequeños son importantes. Cómo cuidan su mente. Cómo cuidan sus acciones. ¿Alguien quiere compartir algo?

-Me llamo Andrés y soy el secretario comercial de Taiwán. Estoy muy contento de estar aquí y poder aprender taichi chuan con ustedes. Me interesa mucho. Gracias al Maestro por enseñar este arte y promover el intercambio cultural entre los países. -El grupo lo aplaude.

-Como les comenté al inicio, estaba muy expectante de dos eventos –dijo Carlos-. Ver a mi hija y nieto y también venir por la mañana a practicar a la plaza. También quiero recorrer Buenos Aires, ya que durante los últimos 15 años viví fuera y no la reconozco. Me cuesta moverme sin auto. Estoy con mucho entusiasmo y cuando llegué y vi tanta gente y tan compenetrada en la práctica me agarraron ganas de venir más seguido. Capaz todavía me ven respirando por la boca. (Risas).


Resumen de la charla del Maestro Chao Piao Sheng del 13 de mayo de 2023. Prohibida su reproducción sin autorización del autor.
Desgrabación: Andrés Finkelstein

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