Reservar el treinta por ciento

Jul 30th, 2023 | By | Category: Charlas con el Maestro

-Recuerden que si les interesa estaré dando el curso de feng shui -dijo el Maestro-. No sé si se repetirá así que aprovechen esta oportunidad.

Cada uno tiene su destino en la Tierra, por eso no conviene ponerse triste ante una pérdida. Recitar el mantra ayuda a la persona a llegar a un buen lugar y prepararse para su próxima vida.

Ahora Angélica leerá dos textos, el siguiente es una reflexión de un video que les envié.

鳥的爪被冰塊給黏住飛不起來

El pájaro en la baranda helada

En el video puede verse a un pájaro posado en una baranda metálica sobre un puente. Debido a la nieve y el hielo, las patas del pájaro quedaron pegadas y no podía volar. Unas personas que pasaban por ahí lo vieron y usaron sus manos para calentar las garras del pájaro, hasta que finalmente el hielo se derritió y el pájaro pudo salir volando. Parece ser una escena muy compasiva y cálida, y también muestra el lado más compasivo de los seres humanos.

La mayoría de los seres humanos tienen mucha compasión y hacen todo lo posible para encontrar una solución cuando se encuentran con dificultades, pero hay veces en que se pierden con el fin de obtener un pequeño beneficio y se confunden al hacer las cosas, solo pensando en la ganancia inmediata.

Ni bien obtenga ese beneficio, su codicia se hará más grande y gradualmente se desviará del camino correcto sin darse cuenta. Si este desvío es demasiado grande, ya no sabrá cómo volver, o seguirá cometiendo errores una y otra vez. A veces incluso creerá haber descubierto algo nuevo y volverá a cambiar su pensamiento nuevamente. ¡Cuántas personas han caído de esta manera y han llevado una vida equivocada! En esos casos, el karma será aún más grande.

Por lo tanto, siempre deben estar atentos a sus pensamientos y acciones, o buscar a una persona de nobles principios que los guíe en la dirección en todo momento, para que no se desvíen. Ese maestro será para ustedes como un faro de vida.

保留三分/不要衝動

Reservar el treinta por ciento

Estábamos en una clase en el consultorio y ante una pregunta de Horacio acerca de cómo poner las manos al empujar, el Maestro dijo lo siguiente:

—Cuando empujamos, la mano no va en posición completamente vertical, como si se apoyara toda la palma sobre el adversario, sino más bien en diagonal, apoyando los dedos, pero no la base de la palma. ¿Por qué hacemos esto? Por un lado, teniendo ese sutil apoyo podríamos luego golpear con más energía, utilizando todo el cuerpo, con la base de la palma. Pero lo más importante es que el no haber apoyado por completo toda la palma nos permite cambiar de técnica a último momento, si fuera necesario.

Hay una frase en idioma chino que debemos aprender y meditar: «reservar el treinta por ciento». En nuestra práctica esto también se aplica, y sirve entre otras cosas para que no nos trabemos nosotros mismos, sino que nos mantengamos flexibles. Esto tiene que ver con lo que siempre les digo: uno mismo debe preparar la condición en la que vive y se desarrolla. En el caso puntual de la mano al empujar, reservamos ese treinta por ciento, es decir, no apoyamos toda la palma, para que no estemos tan rígidos en la técnica y podamos cambiarla fácilmente.

Esta frase no solo se aplica a las artes marciales, sino a todos los ámbitos de nuestra vida. Incluso en la economía: siempre debemos reservar un treinta por ciento de lo que tengamos, para disponer en caso de necesidad. Por eso, debemos aprovechar nuestra práctica para sentir con el cuerpo todo esto que aprendemos y luego trasladarlo a nuestra vida. Si lo hacemos, veremos que nuestra vida será más tranquila, no como la mayoría de la gente, que vive agitada y es muy impulsiva. Al tener ese margen de reserva, nuestra mente queda en paz, puesto que sabemos que llegado el caso podremos cambiar o modificar algo, y entonces nuestra vida se desarrollará con mayor tranquilidad.

Nuestro carácter debe ser tranquilo, y para eso debemos tomar el ejemplo del agua. El agua se adapta a cualquier forma, a cualquier contenedor, a cualquier circunstancia. El agua debe fluir y circular para mantenerse bien: si se estanca, se pudre.

Tienen que entender una cosa: yo les he enseñado, y les sigo enseñando, todo lo que sé. No me guardo absolutamente nada. Hay muchos maestros que se guardan siempre alguna técnica especial, que no la enseñan, por si algún día sus discípulos lo sobrepasan. Esos maestros tienen miedo de esa situación y por eso actúan así. Yo, por el contrario, pienso que si uno amplía más sus horizontes, cada vez puede ampliarlos más y más, sin límites. ¿Para qué voy a guardarme algo? Las cosas que uno guarda durante mucho tiempo, al final, se arruinan, se oxidan. Como lo que dijimos antes sobre el agua: si se estanca, se pudre.

Acuérdense del ejemplo del barco que alguna vez les di: si el nivel del agua sube, el barco también sube con ella. Si el nivel de los discípulos sube, el maestro también sube necesariamente. No hay límites.


Resumen de la charla del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 15 de julio de 2023. Prohibida su reproducción sin autorización del autor.
Desgrabación: Federico Winniczuk
Traducción del chino al castellano: Andrés Coratella

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