-Primero vamos a recitar el mantra alrededor del árbol por nuestra compañera Liliana Rubio que falleció –dijo el Maestro-. Es el proceso de la vida. Ninguno puede escaparle. El mantra es para ayudarla en su camino a un buen lugar.

Luego de recitar el mantra, el Maestro agregó:

-En poco tiempo se van tantas vidas. El proceso de la vida es así. Nadie puede escarparse. Sigue cada año. Tiene forma de onda. Vivimos en este mundo y nos es difícil estar tranquilos y en paz. Sin embargo, uno puede practicar para entender cómo mantenerse en silencio, quieto, tranquilo, con mas paz. O como uno se manejó. Es importante entender la vida y cómo pasó su proceso. Y de dónde venimos y a dónde tenemos que ir. Es importante porque si estudian bien esto, de esta forma la onda no será tan grande.

Por eso en la vida deben aprender así. Para poder irse tranquilo. Irse feliz y en paz. Por eso nosotros aprendemos a utilizar el cuerpo con los ejercicios observando los detalles pequeños y practicando el control mental y manejar la mente para el desarrollo espiritual. Utilizamos el cuerpo para desarrollar el espíritu. No solo rezando, leyendo la Biblia o los sutras. Es importante usar el cuerpo para ayudar al control mental. La mente así logra mucha paz y se conecta con el universo. Por eso este mundo es importante para aprender cómo es la vida, cómo tenemos que hacer en esta vida. Sino nos preocupamos ante cada asunto que nos aparezca cada día. Nos ponemos nerviosos o tristes. Debemos intentar estar más neutros, ni para un lado ni el otro. Siempre les digo. Nuestra práctica va en línea o ángulo. Nosotros debemos ir en línea recta, neutra. No torcida hacia un lado. Eso lo logramos con práctica. Por eso en cualquier caso tienen que entender que la vida es así.

Gracias a Andrés Coratella que todas las semanas traduce textos del chino para compartir con ustedes además de las charlas habituales. Ahora Angélica va a leer un nuevo texto_

Reconocer el origen

Algunas personas cuya inteligencia, habilidad o rasgos faciales son mejores que los de sus padres nunca se han puesto a considerar que esto realmente se debe a la transformación de la experiencia y la conciencia de sus padres. También hay personas que tienen su mirada puesta especialmente en las estrellas de cine o en las celebridades exitosas, y su mayor deseo es moldear a sus hijos basándose en las imágenes o actitudes de dichas celebridades.

Quién sabe si los jóvenes de hoy son conscientes del deseo de sus padres de dar a sus hijos la mejor educación y lo mejor de absolutamente todo. Por el contrario, piensan que sus padres no tienen buena apariencia, que solo saben hacer trabajos pesados, que su nivel de conocimiento no es alto y que no tienen capacidad de manejar distintos asuntos. Para no herir su dignidad, rara vez mencionan cosas relacionadas con sus padres, e incluso tratan de evitar lo más posible todo contacto con ellos.

Pero lo que no saben es que la buena situación o circunstancias favorables que disfrutan ahora son el resultado de la acumulación y la formación de la experiencia consciente de sus padres. Uno no puede olvidar sus raíces, ni cómo llegó a ser lo que hoy es. Todo tiene su origen, ¿cómo es posible negar el origen? Todo lo que hoy creamos o producimos tiene, sin embargo, su raíz original, y todas las cosas se han ido perfeccionando a través de generaciones de evolución. Mi libro «Vibrando en la naturaleza» tiene como finalidad lograr que la gente conozca el proceso de evolución que se da dentro de la naturaleza.

El avance de la tecnología actual se debe a las mejoras que paso a paso fueron haciendo los hombres antiguos, a la acumulación de su experiencia y sabiduría, que dieron como resultado los logros que podemos ver hoy. Los jóvenes de esta generación nunca han tenido que esforzarse mucho y no han visto el proceso completo. Solo saben que para resolver cualquier asunto pueden utilizar su teléfono móvil, que en los últimos años se ha vuelto tan conveniente y rápido que hemos olvidado ya cuántas personas y cuánto tiempo han sido necesarios para mejorar sus prestaciones y obtener el resultado que vemos hoy en día.

En cada clase que doy les recuerdo a los alumnos esta situación, y también les explico algunos procesos y detalles pequeños, para que nadie olvide el origen de las cosas.

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Es cierto, nos olvidamos del origen. Cuando doy el curso de acupuntura o Tai Chi siempre les digo que es tan completo. En ellos están juntas las experiencias de cada generación. Nosotros no lo inventamos en un momento. Todo fue posible por una evolución de paso a paso, cambiando y mejorando. Por eso no podemos olvidar los orígenes. Por eso todos los días agradecemos la sabiduría de las generaciones y maestros anteriores. Si uno no es agradecido naturalmente, afectará su espiritualidad, su tranquilidad, su inteligencia. Hay muchos jóvenes que son así. A veces lo veo en las noticias ¿Qué paso con sus padres?  Entonces se me ocurrió escribir este texto para generarles la idea de pensar y no olvidar sus orígenes. Sino ahora los jóvenes piensan que los celulares saben más que sus padres. Además, a la gente grande le cuesta usar el celular. Los abuelos les piden a sus nietos que los ayuden. Los jóvenes tienen que aprender pronto si o si. La gente mayor no tiene esa costumbre. Además, sus ojos no están preparados para estar todo el día frente a las pantallas. Al no usar los dispositivos (celulares, computadoras) todos los días, les cuesta volverse expertos en su uso. Se olvidan de los procesos de cómo utilizarlos. Al ser mayores la memoria ya no funciona como en la juventud. Por eso escribí este texto para llamar su atención. Cuando uno es joven piensa que nunca va a ser mayor ¿Cuándo finalmente llega ese momento qué pasa? Por eso siempre he pensado en que el proceso es así. La naturaleza funciona así. Únicamente tenesmo que seguir la naturaleza. Y ver cómo mantenernos mejor. En una condición buena durante más tiempo. Dejar un buen sentido en este mundo. Es lo más importante.

Ahora vamos a practicar.

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Resumen de la charla del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 12 de agosto de 2023. Prohibida su reproducción sin autorización del autor.
Desgrabación: Andrés Finkelstein