Elongación junto con la respiración
Nov 16th, 2023 | By Editor | Category: Charlas con el Maestro-¿Qué es lo más importante para mantener la vida? –preguntó el Maestro.
-La salud –respondió Angélica.
-¿Y para mantener la salud? Hay que cuidar la alimentación, el ejercicio y el taichi. Es importante hacer bien primero la movilidad, la elongación. La elongación es lo más importante. ¿Por qué? Con la elongación aflojamos el cuerpo. Sino queda duro y aprieta la columna y las articulaciones. Por eso nosotros primero en la clase hacemos el estiramiento. Y en cada repetición tenemos que estirar un poco más. No nos quedamos quietos en los movimientos, sino que continuamos presionando y flexionando y acompañamos con la respiración ¿Cómo creen que se puede aflojar más rápido la elongación? ¿Tienen idea con qué ejercicio? ¿Recuerdan cuando les expliqué como caminar en 4 patas? Así se afloja todo rápido ¿Recuerdan lo que practicamos en Moreno? El ejercicio para estirar los tendones. Dos manos agarran los tobillos. Si repiten este ejercicio 30 veces lograrán tocar el piso con las manos. Primero estiramos los tendones para luego aflojar las articulaciones. Primero elongamos y luego movilizamos acompañando con la respiración. Observé cómo hacían los ejercicios y veo que todavía están duros. Con esta explicación deben practicarlos más. Cuando uno pierde elongación reduce la altura de su cuerpo. Por eso si practican siempre elongación van a mantener su altura ya que la columna y las articulaciones no estarán apretadas posibilitando una mejor circulación para todos las partes del cuerpo ¿Por qué? Toda la circulación proviene de la columna. Por eso es tan importan la elongación para aflojar toda la columna y evitar contracturas. Mucha gente tiene contracturas y les cuesta moverse. Por eso primero aprendemos bien la elongación y luego los otros ejercicios nos resultaran fáciles. Si estamos duros tendemos a hacer una mala fuerza. En la elongación siempre acompañamos con la respiración. Esto es muy importante.
Ahora vamos a leer un texto que escribí y que Andrés tradujo del chino.
—
對一位高僧的一些問題
Preguntas a un monje
Las notables respuestas de un eminente monje a algunas preguntas mundanas:
1. Un monje que está solo en su habitación ¿comerá carne?
Un visitante preguntó: Maestro, ¿podría hacerle una pregunta un tanto irrespetuosa?
Maestro: Desde luego, adelante.
Visitante: Usted es vegetariano frente al público, pero ¿come carne cuando está solo en su habitación?
El Maestro, en vez de responder, le preguntó: ¿Usted vino aquí conduciendo su auto?
Visitante: Así es.
Maestro: Cuando uno conduce un auto debe ponerse el cinturón de seguridad. ¿Usted se lo coloca por decisión propia o a causa de la policía? Si lo hace por decisión propia, entonces lo utilizará esté o no esté la policía cerca.
Visitante: ¡Ah, entiendo!
Moraleja:
Después de leer esta pequeña historia, todos deberían comprender que cuando una persona no tiene autodisciplina, si nadie la supervisa, no perseverará, y, por lo tanto, no podrá alcanzar el éxito.
2. ¿Cómo enseñar a los niños?
Visitante: Maestro, ¿qué debo hacer si mi hijo es desobediente y no quiere estudiar?
Maestro: ¿Ha fotocopiado alguna vez algún documento?
Visitante: Sí, por supuesto.
Maestro: Si usted encuentra un error tipográfico en la fotocopia, ¿arregla la fotocopia o el original? Desde luego, lo mejor sería corregir al mismo tiempo el original y la fotocopia. Los padres son el original, la familia es la fotocopiadora y los niños son las fotocopias. Los niños son el futuro de sus padres y los padres son, a su vez, el futuro de sus hijos.
Moraleja:
Los padres son los mejores maestros de sus hijos. Si los padres no son excelentes, ¿cómo podrían darles a sus hijos una educación excelente? ¿Cómo exigir que los niños sean excelentes? Lo mejor es perfeccionarse uno mismo, y así los hijos lograrán la excelencia.
3. Comprar un coche por 500 yuanes.
Un amigo budista se quejó por teléfono:
¿Por qué no puedo conseguir lo que necesito a pesar de todos mis esfuerzos? Recito los sutras y hago el bien a los demás, y, sin embargo, parece que eso no fuera suficiente.
El Maestro le respondió: Te enviaré quinientos yuanes, ¿te parece bien?
Amigo budista: Maestro, ¡no me atrevo a aceptar su dinero!
Maestro: Es que me gustaría que hicieras algo por mí.
Amigo budista: Maestro, cualquier cosa que usted me pida la haré con mucho gusto.
Maestro: Ayúdame entonces comprándome un auto con ese dinero.
Amigo budista (muy sorprendido): Pero Maestro, ¿cómo podría comprar un coche con tan solo 500 yuanes?
Maestro: Ah, ¿entonces sabes que no puedes comprar un auto con quinientos dólares?
Moraleja:
Hay demasiadas personas en el mundo que se devanan los sesos para encontrar la manera de dar solo un poco y recibir mucho a cambio. Y esto, evidentemente, es imposible.
4. ¿Huelen mal los excrementos?
Una mujer contaba una y otra vez sus terribles experiencias y sufrimientos. El Maestro la interrumpió y le dijo: ¡Tus sufrimientos han sido verdaderamente muchos!
La señora dijo: A otros les llevaría tres días y tres noches quejarse de todos sus males, ¡pero a mí me llevaría tres años!
Maestro: ¿Cuándo ocurrieron esos sufrimientos?
Mujer: Hace ya unos años.
Maestro: ¿No es eso del pasado? ¿Por qué sigues aferrándolo y no lo sueltas?
Luego de una pausa, el maestro le preguntó:
Maestro: ¿Huelen mal tus heces?
Mujer: ¡Por supuesto que huelen mal!
Maestro: ¿Dónde están tus heces ahora?
Mujer: Se las llevó el agua del inodoro.
Maestro: ¿Por qué no te las refriegas por todo el cuerpo, así todos los demás las ven? ¿Por qué no les cuentas a todos que ese olor feo es tuyo?
Mujer: ¡No, eso sería asqueroso!
Maestro: ¡Exactamente! Lo mismo ocurre con tus sufrimientos: ya pasaron. Recordar los sufrimientos y vivir quejándose de ellos es como sacar tus propias heces y mostrárselas a los demás: ¡se apesta uno mismo y también se apesta a los demás! ¿Has entendido?
Mujer: ¡Sí, maestro!
Maestro: ¿Todavía quieres seguir quejándote?
Señora: ¡No, ya no!
Maestro: Recuerda: mientras más te quejas, más sufres.
Moraleja:
Esto es un ajuste psicológico. Tu sufrimiento ya ha pasado. Si sigues siendo la misma persona que eras antes, seguirás sufriendo. Tu estado determina tus logros.
5. Si todos en el mundo se convirtieran en monjes…
Una profesora interesada en el budismo le dijo al Maestro: Si todos en el mundo se convirtieran en monjes como usted, ¿la raza humana podría seguir existiendo?
El Maestro, como si no hubiera escuchado la pregunta, le preguntó con calma y cariño: ¿Cuántos años tiene tu hijo? ¿Es niño o niña?
Profesora: Tiene 17 años, es una chica.
Maestro: Se debe estar preparando para el examen de ingreso a la universidad.
Maestra: Sí. En este momento está repasando intensamente.
Maestro: Seguramente debes esperar que ella ingrese en una buena universidad, ¿no es así?
Profesora: Así es. Si quieres estudiar, lo mejor es ir a la Universidad de Pekín, las demás universidades no son interesantes.
Maestro: Si todos pensaran como tú, ¿alguien seguiría cultivando la tierra? ¿Acaso están cerradas las universidades de otras provincias?
La profesora no respondió.
El Maestro le dijo: ¿Notaste que has respondido a tu propia pregunta?
Moraleja:
Así como no todos los seres humanos que viven en este momento serán admitidos en la Universidad de Pekín, tampoco todos se convertirán en monjes.
La humanidad siempre puede continuar, y otras escuelas también pueden seguir existiendo. Los que estudian budismo son una minoría, al igual que los que rinden examen en la Universidad de Pekín. Así que no tiene sentido hablar de «todos en el mundo…»
—
-Es cierto -dijo el Maestro-, hay gente que piensa si todos decidieran ser monjes como seguiría el mundo ¿Qué les parece? Nosotros acá practicamos taichi. Otros pensarán que es muy difícil. Solo hacer taichi para la salud y obtener una ventaja para uno ya cuesta. Piensen lo difícil que es para un monje mantener la práctica en todo momento.
-¿Seria como decir que ser monje no es la misión de todas las personas? –dijo un alumno-
-En otro momento les voy a contar sobre esto. No es fácil decirlo en pocas palabras. No todo el mundo puede llegar hasta allá arriba. Se cae muy fácilmente. Requiere mucha fuerza y voluntad para llegar bien arriba. Si todo el mundo pudiera hacer lo mismo, por ejemplo, ser médico ¿Quién sería paciente? ¿Si nadie quiere dedicarse a la construcción, cómo tendríamos nuestras casas? La naturaleza lo planea en forma perfecta. Cada uno viene y acepta solo. A veces uno quiere otro trabajo, pero no lo aceptan. En todos los otros lados no lo aceptan. Solo en el último lo aceptan. Tiene que ser solo ese. Por eso no se preocupen por esto. Solo se requiere voluntad. Con el taichi vemos los detalles pequeños y con mi palabra los aliento a seguir practicando y que no se detengan ante la dificultad. Todo el mundo quiere lo fácil. Por eso con mis palabras intento llamar la atención. Como la señora que se quejaba de su sufrimiento. A veces un consejo o buena palabra no la van a recordar. Pero de pronto una palabra la pueden recordar toda la vida. Como el monje que le pregunta porque no lleva sus heces en el bolsillo a todos lados para mostrarlas a la gente. Por eso si la gente cambia su pensamiento, puede cambiarlo todo. Nuestra mente es muy importante para la vida. Por eso hay que cultivarla y practicar el control mental. Sino no es tan fácil. Para caer no hay que hacer fuerza, se cae solo. Para levantarse y subir se requiere fuerza. Por eso practicamos la voluntad.
Vamos a practicar.
—
Resumen de la charla del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 11 de noviembre de 2023. Prohibida su reproducción sin la autorización del autor.
Desgrabación: Andrés Finkelstein.