Casualidad
Mar 24th, 2024 | By Editor | Category: Charlas con el Maestro―Muchas veces la gente dice que las cosas pasan por casualidad ―dijo el Maestro―. Voy a contarles el caso de una «casualidad» demasiado exacta. ¿Recuerdan la Guerra de Vietnam? Eso ocurrió alrededor de cincuenta años atrás. Bueno, en esa guerra, una vez una bala atravesó los testículos de un soldado, luego siguió su curso e impactó contra el útero de una enfermera. El resultado fue que la enfermera quedó embarazada. Aunque parezca mentira, es un hecho real que salió en las noticias. Esto es un caso de verdadera afinidad. Tanto la enfermera como el soldado quedaron internados para curar sus heridas, pero fue asombroso el descubrimiento de que la mujer había quedado embarazada. Ahora Angélica va a leerles un texto.
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易經起源
Sobre el origen del I-Ching
Hace unos días, escuché un programa donde un profesor de una facultad de filosofía hablaba sobre el I-Ching. Este profesor mejoró la explicación sobre este antiguo libro, para que resulte más fácil de entender. Una de las cosas que explicaba era el origen del I-Ching. Antiguamente, no existían los ideogramas, por lo que resultaba difícil dejar por escrito ideas, pensamientos y explicaciones. Todo se hacía por medio de dibujos, basados en general en líneas completas y líneas partidas, para expresar distintas ideas. En ese entonces, no se trabajaba la tierra, la agricultura aún no se había desarrollado: la gente se dedicaba a la caza y la pesca. Pero a veces el cambio del tiempo, por tormentas y lluvias, impedía realizar estas actividades, tan necesarias para la subsistencia. Un hombre llamado Fu-Hsi, que tenía profundos conocimientos sobre la vida y la naturaleza, explicaba qué convenía hacer en cada caso y, por lo tanto, era consultado cada vez que se quería ir a cazar o a pescar, porque sus respuestas y predicciones eran siempre correctas. Entonces, él ideó una forma de escribir estas explicaciones, estos pronósticos del tiempo: dónde llovía ese día, hacia qué lugar convenía desplazarse para cazar, etc. Lo escribía sobre una piedra, con líneas simples, completas o partidas, y fue así como surgieron primero los 8 trigramas y luego los 64 hexagramas y el Pakua del I-Ching. Esto se utiliza para astrología, medicina, horóscopo, fong shuei, predicción del clima, etc.
Al escuchar esto, me puse a reflexionar. Cuando yo vine a la Argentina, comencé a enseñar tai chi, pakua y hsing-yi. Y al principio me pasó algo similar: me costaba el idioma, la comunicación. Pero yo me basé siempre en la Naturaleza, y sabía cómo debía enseñar. Entonces utilicé mi cuerpo para mostrar y explicar los distintos ejercicios y técnicas. De alguna manera, es similar a lo que ocurrió en el origen del pakua. Luego, a medida que iba perfeccionándome cada vez más, comprendí que esta práctica sirve para todo, y es por eso que siempre les hablo de «uno para todo». Si uno practica en serio, teniendo en cuenta los detalles pequeños, su práctica sirve en todas las situaciones, como ocurre con el I-Ching. También cuando hice la forma de chi kong, al ir avanzando, no podía creer lo poderosa que se puede llegar a tornar la mente cuando penetra en la Naturaleza, porque, al hacerlo, la propia Naturaleza aumenta la inspiración de uno, indicando lo que se debe hacer. Por eso pude avanzar naturalmente al hacer la forma de chi kong, avanzando cada vez más. Yo al principio no pensaba en estas cosas, hasta que un día Gustavo me preguntó varias dudas sobre la práctica, y yo le expliqué que en tal o cual movimiento o ejercicio, que ya había practicado anteriormente, había una profunda relación con lo que practicaba ahora. Entonces Gustavo volvió a esos ejercicios y se sorprendió al ver la relación tan exacta que había, y cómo yo pude relacionarlos en el momento. En ese momento, me di cuenta de la importancia de entrar en la Naturaleza, para comprenderla y comprender todo lo que nos rodea. Generalmente, la gente que enseña tai chi, pakua, hsing-yi o chi kong, enseña de una forma muy diferente a la mía. Esto ocurre porque yo utilizo una forma de enseñar basada completamente en la Naturaleza.
Hace un tiempo me pasó algo similar con los sutras budistas. Yo tengo una colección de sutras, divididos en doce libros. Nunca los había leído anteriormente, pero un día quise hojearlos y, al abrir una página cualquiera, me sorprendí al ver que lo que ahí dice concuerda con lo que yo enseño sobre la Naturaleza. En el Tao Te Ching y en el I-Ching pasa lo mismo, todos están relacionados. Eso me da seguridad y mucha fe para saber que mi manera de enseñar es muy correcta. Y esto no solo en las artes marciales, sino en la vida espiritual y, en general, en todos los ámbitos. Por eso siempre les recuerdo el «uno para todo».
Cada vez hay menos tiempo para practicar, yo no sé cuánto tiempo me queda para estar acá entre ustedes, enseñándoles. Por eso los exhorto a que practiquen de verdad e intenten comprender la esencia de lo que les enseño, no solo los movimientos externos. Deben pensar siempre que «hoy es el último día»: si hacen eso, van a aprovechar el tiempo bien. El sábado pasado ya les dije que prefiero siempre que, ante cualquier duda, me pregunten, sin ninguna vergüenza. En general, los maestros no quieren que sus alumnos o discípulos les pregunten muchas cosas, pero, en mi caso, es exactamente al revés: yo les pido que me pregunten lo más posible, porque lo que busco es que cada uno de ustedes aprenda bien.
Así que recuerden: todo lo que les enseño está relacionado con el I-Ching, con los sutras budistas y con el Tao Te Ching. En todos estos libros se habla de la Naturaleza y son, en su esencia, iguales. Por eso, con la práctica de los detalles pequeños, una vez que se acostumbra uno a ellos, puede limpiarse el karma. Esto es así porque antes uno tenía malas costumbres, pero cuando las reemplaza por nuevas, buenas costumbres, lo anterior ya no está. Esa es la razón por la cual nuestra práctica es tan buena para el espíritu y para la vida en general. Por eso, aprovechen nuestra buena afinidad y esta oportunidad que tienen de aprender bien. Yo sigo profundizando también: no llegué al techo, falta todavía. Por eso, tengan ánimo y fortaleza para practicar todos juntos, aprendiendo cada día más.
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―Yo siempre les hablo de que hay que ser «tonto de práctica»―dijo el Maestro―, pero tonto de práctica junto a la Naturaleza. Por eso, nuestra forma es muy natural: cada movimiento se da de manera natural, sin esfuerzo. Y es cierto: todo hay que hacerlo como si fuera el último día. Así, todo lo que hagamos será correcto.
Quiero estimularlos para que aprendan bien, con mucha fuerza y voluntad para practicar. Recuerden: el tiempo no espera, sino que sigue corriendo.
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Resumen de la charla del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 23 de marzo de 2024. Prohibida su reproducción sin autorización del autor.
Desgrabación: Andrés Coratella.