Tonto de Práctica

Jun 14th, 2024 | By | Category: Charlas con el Maestro

-Hice todos los ejercicios considerando y prestando atención de la estructura del cuerpo, nuestras articulaciones, nuestra movilidad y como mantener el equilibrio –dijo el Maestro-. Todo tiene que ver con la movilidad y cómo manejar el equilibrio. Por eso cada movimiento tiene su detalle.

El Maestro mostró un movimiento e indicó como girar, flexionar y estirar correctamente.

-Este ejercicio es más parecido al hsing-i chuan por lo que es más fuerte.

Luego el Maestro mostró unos pasos de este estilo.

-Este estilo es muy fuerte. Por eso nuestro taichi tiene elementos del hsing-i. Por eso tienen que hacer bien los detalles pequeños. Si faltan los detalles pequeños, después de leer el texto de hoy, les voy a explicar más qué pasa.

傻傻地練

Tonto de práctica

Quisiera explicarles por qué yo siempre hablo de «tonto de práctica». Esto surge de mi propia experiencia. Cuando empecé a practicar con mi maestro, lo único que quería era aprender pakua. Todo lo que él me enseñaba, yo lo aceptaba, sin pensar si era verdad o no, eso no me importaba: aprendía con sinceridad y devoción, solo quería aprender, nada más. Recuerdo que en ese momento pensaba: «En esta vida, si puedo lograr aprender pakua, ya me considero afortunado. Aunque solo aprenda un movimiento, una sola técnica, lo voy a considerar como la esencia del pakua». Yo al principio tampoco sabía bien qué era el pakua. Mi maestro me decía que era como un tesoro, algo muy valioso. Y yo lo sentía así también, aprendiendo con mucha devoción y concentración. De ahí surge esta expresión que siempre les digo: «tonto de práctica». Yo solo quería aprender pakua, no pensaba para nada en el futuro, si lo podría usar para enseñar alguna vez, o en cualquier otro detalle; solo me concentraba en el presente: solamente quería aprender bien pakua.

Al principio mi maestro me enseñó la caminata. Me decía que hiciera cuatrocientos pasos para un lado, con una mano, luego que cambiara al otro lado e hiciera otros cuatrocientos pasos, y que finalmente descansara. Pero yo quería practicar más, así que practicaba mil pasos para cada lado. En un primer momento, como yo recién empezaba la práctica, notaba que no era fácil hacer esos mil pasos, por eso creo que mi maestro me había dicho que hiciera cuatrocientos. Hacer esos mil pasos, manteniendo bien a la vez la estructura de los brazos, era muy agotador. Primero sentía mucho cansancio, pero me obligaba a seguir; luego sentía se me adormecían los dedos, hasta que empezaba a sentir fresco; luego seguía una sensación de calor en el brazo, y finalmente sentía la energía, algo parecido a latidos. Al haber soportado cada una de estas fases, al final logré un muy buen resultado. Por eso siempre les digo que deben tener paciencia, no hay que pedir más y más técnicas para aprender: con una sola se puede lograr la esencia. Cada uno debe poner de sí mismo la fe, la devoción, la paciencia y la voluntad.

Con el tiempo, al irme acostumbrando a la postura, cada vez era más fácil llegar a sentir la energía. El principio es siempre lo más difícil. Con esto que les digo quiero estimularlos, porque en cualquier cosa que emprendan, siempre el comienzo resulta más difícil, pero no hay que descorazonarse pensando que todo es difícil: solo el comienzo es así, luego las cosas mejoran.

Así estuve practicando, haciendo solamente la caminata de pakua, durante tres años. Siempre hacía mínimo mil pasos para cada lado, a veces incluso más. Luego de ese lapso de tiempo, como mi maestro vio que yo tenía mucha paciencia y devoción, me dijo que podía hacer la ceremonia de pai zu, y me dijo en qué fecha iba a ser. Éramos dos los que íbamos a convertirnos en discípulos: otro muchacho y yo. Mi maestro me dijo que había que poner un sobre rojo con algo de dinero, lo que yo quisiera. Así lo hice, pero cuando llegó el momento, vi que él puso mucho más dinero, algo así como diez veces más que lo que yo había puesto. Pero mi maestro no le daba ninguna importancia a esto, lo que le importaba era que uno quisiera practicar de verdad. La ceremonia se hizo en la casa de mi maestro, y tuvimos que preparar dos mesas con comida, ya que también estaban todos los discípulos más antiguos. Yo no tenía cámara para sacar fotos, pero mi compañero sí. Así que yo no tenía una foto solo con mi maestro, pero mi compañero sacó una en donde estábamos los tres: mi maestro, mi compañero y yo.

En 1994, un muchacho llamado Omar me llamó desde Italia para que le enseñe hsing-i. Él ya había estado en el consultorio, y me había mostrado su hsing-i, pero cuando yo le mostré, vio que realmente el estilo era mucho mejor. Entonces, cuando volvió a Italia, habló con sus compañeros y decidieron pedirme que les enseñe, pero antes me dijeron que tenía que mandarles una foto en donde yo estuviera con mi maestro. Yo no tenía esa foto, pero justo se dio que el compañero que había hecho pai zu conmigo, me regaló una revista donde estaba esa foto que nos había sacado a los tres. Entonces le pedí a un fotógrafo que sacara una foto de esa foto: solo la parte en la que estaba con mi maestro. Así, pude mandar la foto a Italia y vieron que yo realmente había hecho pai zu con mi maestro. Yo nunca había pensado en esto, nunca le di importancia al hecho de tener o no una foto con mi maestro, y ahí volvemos al tema de hoy: «tonto de práctica», solo quería practicar y aprender bien, sin especular ni pensar en nada más.

Esto se los comento porque veo que hay gente que busca practicar, pero cuando ve que exige esfuerzo deja. O bien, dice: «el maestro está siempre, dejo por ahora, más adelante vengo». No aprovechan este momento, hay mucha gente así. En la vida siempre debemos aprovechar el momento, no debemos esperar al futuro, porque no sabemos qué nos deparará. Este concepto de «tonto de práctica» es extremadamente importante, así que les pido que lo mediten y traten de aplicarlo para mejorar sus vidas.

 —

-Se llama “Tonto de práctica”. Sin pensar nada, cuando el maestro le enseña uno, hace uno hasta practicarlo muy bien. Cuando el maestro observa que ya esta bien, le enseña otro movimiento. Tienen maestros automáticos para enseñar. No piden al maestro cambiar a uno nuevo. Otro solo practica y no piensan en otra cosa. Si puede practicar ya está muy contento y muy conforme de entrar a aprender pakua. Por eso se llama “Tonto de Práctica”. No piensa tanto y acepta uno solo. Esta la gente “Inteligente de Práctica” que recibe tanto, que al final, no entendía cual es mejor. Se acuerda que antes les hablé cuando practiqué karate, y cómo mirando durante tres meses cada escuela, pude comprender su forma e idea. Luego le pregunté a cada profesor cuál es la técnica especial del estilo. La gente me decía cómo pudiste estar nueve meses solo mirando cada escuela. Para mí fue conveniente. Si uno busca evitar equivocarse de lugar, qué les parece. Pierde tiempo y dinero. Pierde su esperanza si se queda mucho tiempo en el lugar equivocado. Se acuerdan había una señora que su marido vendió una casa cuyo sueño era aprender pakua. Fue a aprender durante muchos años con una empresa que se llamaba pakua y gastó todo su dinero. Al final se dio cuenta que no era verdadero pakua ¿Qué les parece? Pierde dinero, tiempo y fe. Por eso comparto esta historia para estimularlos a ustedes. Tonto de práctica. No piensen soy muy inteligente, el más inteligente de todos y quiero buscar todos. Pueden buscar, pero tienen que entender. Si solo buscan, pero no saben comparar lo que encuentran, que hay de especial dentro de cada uno, difícil es saber si lo que encontró es correcto. Por eso antes de hablar hay que aprender a escuchar. Escuchar que palabra es la más importante, más directa. No hace falta muchas palabras. Pocas palabras, después se encuentra la esencia. Buscar de a uno, así no pierden tiempo. Asi van a ayudar mucho en sus vidas. Van a ahorrar mucho tiempo, más dinero y mejorarán su espíritu y tendrán más fe.

¿Alguien quiere compartir algo?

-Yo había observado muchas veces que ponemos el pie de punta, pero yo lo podía siempre de otra forma -dijo una alumna-. Entonces había observado el detalle pequeño pero mi cuerpo no lo podía hacer. No era que no lo veía. Le pregunté al Maestro cómo podía estirar bien. Me indicó que vaya a mi cama y patalee boca arriba y me pegue en el trasero. Que repita el ejercicio 300 veces por la mañana y luego por noche. Este ejercicio me permitió que hoy pueda poner el pie correctamente de punta. Me gusta compartir esta idea que a veces no nos sale un ejercicio porque la estructura corporal no está, no es que no le prestamos atención. El Maestro está para darnos la indicación que en una semana lo resolvió. 

-El fin de semana pasado fuimos algunas chicas de aca a Pinamar –dijo Angélica-. Hicimos taichi en la plaza. Le mandamos el video al Maestro. Cuando estoy acá no siento realmente lo importante que es, porque cuando estuvimos allá haciendo solas taichi, era otra cosa, como decir “guau, todo lo que sé, todo lo que nos enseñó el Maestro”. Hicimos la forma y, después, en la madrugada, con Cintia, caminamos descalzas en el pasto agarrando los tobillos, como nos enseñó el Maestro. Y la sensación fue hermosa. Todo lo que usted nos enseña acá en la plaza, no es que no le damos importancia, pero se siente distinto. Cuando uno está solo, y más en un grupo y con todos practicantes de la plaza, entiendo realmente lo que es el taichi y lo que aprendí y usted nos enseña. Porque estamos ahí, pero tenemos la sensación de estar acá en la plaza y sentir lo que representa el grupo. Siempre decimos “dale, como en la plaza”. Es como estar acá. Esté donde uno esté, la plaza está representada. Por eso quiero agradecerle, Maestro.

-Muy bien – dije el Maestro-. Cuando lleguen a cualquier lugar imaginen que están en la plaza. Eso es practicar las 24 horas ¿Quién puede practicar de verdad las 24 horas? Lo importante es la mente. Pensar que en cualquier momento puedo practicar. Aprovechar cada momento disponible para practicar. Antes de dormir hacer algo. Luego durmiendo en su mente está circulando esta práctica. Eso se llama practicar las 24 horas. Por eso ahora al llegar a cualquier lugar piensen en la plaza y en “vamos a practicar taichi” (risas).

¿Quién más quiere compartir?

-El año pasado –dijo Horacio– no tenia tanto tiempo para practicar ni venir a la plaza. Yo le decía al Maestro que tenia que encontrar la manera de practicar, Él me decía, aunque sea practique 5 o 10 minutos. Pero que lo haga con total concentración, sin perder el tiempo. Y esos 15 minutos que me acostumbré a hacer, mi mente se habituó y logré total concentración. Tal vez pasado ese tiempo mi mente se desconcentra. Me ayuda mucha a encontrarme con la práctica y a evolucionar. Ayer le estaba comentando al Maestro que 15 minutos bien concentrados sirve más que 2 horas de práctica sin concentración. Después esa costumbre la lleva a cualquier práctica, ya sea la forma de taichi, pakua, hsing-i o del chi kung. Lograr una práctica de calidad. Esa calidad hoy se transforma en la práctica normal de todos los días.

-Muy bien –dijo el Maestro-. Si uno está muy ocupado, la mente piensa: “no tengo tiempo para practicar”. Parece como uno cuando tiene mucha hambre y cualquier comida es la más rica. Por eso cuando uno está muy ocupado, practiquen y aprovechen, aunque sea 5 o 10 minutos. Como con el hambre, esa práctica será mucho más concentrada y tendrá mejor efecto. Si a uno le sobra tiempo y no sabe qué hacer, esta práctica cuesta más para lograr concentración. Porque no está el “hambre”. A veces hay que mantener para tener hambre a ver qué pasa. Lo que antes no te gustaba, con hambre, te gusta todo. Nuestra mente nos pide que hagamos el ejercicio de taichi.

Recién les hablé de “Tonto de práctica”. Cuántas ventajas salieron de eso. Cuántos efectos en esta práctica, a partir de una sola idea. Aprender y avanzar más rápido. Ahorrar tiempo. Para no estar siempre buscando y buscando. Aunque un maestro no tenga tan alto nivel. Y sabe dentro de uno sabe elegir cuál es la mejor técnica para aprender. Elegir dentro de uno. Nuestra forma de taichi ya sale en cada movimiento la esencia porque corregí cada detalle pequeño. Son muy distintos. Yo les hablé de otras formas y estilos. Si veo comprendo y puede elegir cuál es el mejor ejercicio para la práctica. La práctica tiene que ser con la sensación del cuerpo.


Resumen de la charla del Maestro Chao Piao Sheng en la clase del 8 de junio de 2024. Prohibida su reproducción sin autorización del autor.
Desgrabación: Andrés Finkesltein.

Deje su comentario