Precisión

Sep 4th, 2024 | By | Category: Charlas con el Maestro

Al terminar los ejercicios de tao yin se leyó este texto del Maestro:

精確地練習

Practicar con precisión

Siempre les digo que deben prestar mucha atención a los detalles pequeños, con el objetivo de lograr que la mente esté muy concentrada en lo que están haciendo, y, de esa forma, realizar el movimiento de manera exacta, teniendo en cuenta la sensación del cuerpo. Si no hay molestias, si se sienten livianos, si están verdaderamente conformes con su práctica, significa que el movimiento se hizo de manera exacta. Si se practica así, realizando todos los movimientos de forma precisa, entonces el efecto obtenido es muy bueno. En cambio, si se hacen «más o menos», sin precisión, quizá sirvan en cierta medida, o en alguna situación, pero no completamente.

Esto nos lleva a repasar la diferencia entre «inteligencia» y «sabiduría». El inteligente piensa lo que conviene hacer en un determinado momento, mientras que el que tiene sabiduría busca el conocimiento completo, lo que sirve para cualquier situación. Ante una idea o un problema, el sabio analiza todas las implicancias, ve todos los aspectos relacionados, considera todas las consecuencias, y por eso encuentra la mejor solución.

Por todo lo dicho, cuando practicamos debemos hacer los movimientos completos, desde el principio. No hay que dejar esto para otro momento, porque si uno practica de forma imperfecta, pensando que más adelante va a completar los detalles, termina adquiriendo malas costumbres, que más tarde son muy difíciles de erradicar. Hay que corregir los errores lo más rápido posible. Es por esto que siempre les digo que a los chicos ya hay que educarlos cuando todavía están en la panza de la mamá, y hasta el año y medio hay que corregirlos y enseñarles bien. Haciendo esto, el niño ya se va a mantener por el buen camino, y no se va a contaminar tan fácilmente de las malas costumbres.

Piensen en dos líneas paralelas, una muy cercana a la otra. Si una de ellas se tuerce, aunque sea muy levemente, ¿qué ocurrirá? Al principio se separa muy poco de la otra, pero cada vez esa separación es mayor, hasta que finalmente quedan muy alejadas entre sí. Por eso hay que practicar de forma exacta, evitar tomar el camino torcido. Cuando se corrige un movimiento, hay que corregirlo todo, completo, no una parte, más adelante otra, etc. Así no se aprende bien.

Esto es muy importante hacerlo en todos los aspectos de la vida, para poder alcanzar los objetivos que uno se plantea. De no hacer esto, se pierde fácilmente la orientación. Para darles un ejemplo gráfico, piensen lo que ocurre al caminar por la ciudad. Si, sin darse cuenta, toman una calle diagonal, luego de varias cuadras ya están muy lejos del camino original. En las primeras dos o tres cuadras, no hay tanta diferencia, pero a las treinta o cincuenta cuadras, el camino inicial está muy lejos. En la práctica ocurre lo mismo. Por eso al principio hay que buscar el movimiento exacto. Además, si no se hace así, se pierde mucho tiempo, y cada vez cuesta más aprenderlo. Como ven, es en el principio donde hay que focalizarse y poner mucha atención para aprender bien, y esa es la razón por la cual siempre les digo que la primera parte de la forma es la más importante. Deben llegar a hacer esta parte muy bien, y eso será la semilla para que en esta o en otras vidas puedan aprender más.

Hay gente que se queja, diciendo: ¿por qué a mí me pasa esto y a los demás no? Muchas veces esto se debe a que la persona no puso la suficiente atención al principio, y entonces, muy de a poco, se fue «torciendo» su camino. Hay algunos alumnos que rápidamente me piden que les corrija y les diga bien cómo se hace un movimiento, para no incorporar malas costumbres. Esto es muy bueno, ya que así aprenden bien desde el principio. Otros, en cambio, practican sin esforzarse mucho, y cada tanto me preguntan «¿estoy mejor?». Esta no es la mejor manera de aprender, porque uno mismo debe darse cuenta si está mejor o no. Si uno se siente cómodo, si está concentrado y el movimiento sale fluido, sin trabarse, es que va por el camino correcto.

Esta forma de practicar nos guía en general en toda nuestra vida. Aprovechen el grupo para ayudarse mutuamente en la corrección. Por ejemplo, en pakua, si dos personas hacen la caminata a la vez, pueden verse y notar las diferencias, que pueden analizar para tratar de encontrar la mejor forma de moverse. Hace poco Horacio y Soledad practicaron juntos, y yo les dije que aprovecharan esa práctica, que era como tener un espejo, para corregir más la técnica.

Yo siempre trato de guiarlos para que vayan por el camino recto, sin desviarse. Es como al tirar los dardos: deben dar siempre en el blanco. Si se desvían un poco, se pierden puntos. Si se desvían más, se pierde mucho. Así que recuerden: traten siempre de practicar con exactitud y precisión.


-¿Que les pareció esto que se leyó? -preguntó el Maestro-. Para leer conviene leer lento, como sintiendo el sentimiento que genera cada palabra, cada frase, cada idea. Por ejemplo, cuando el grupo de lectura del libro “Vibrando en la Naturaleza” se junta a leer ¿cómo lo hacen?

-Leemos de manera lenta y pausada –dijo Horacio-, y pasamos varias veces por la misma idea. Esto nos permite ver cómo va cambiando nuestra percepción sobre el tema tratado, nos damos cuenta cómo en cada iteración de la lectura la idea va tomando más dimensión, la esencia se vuelve un poco más visible.

-¿Y usted qué entendió del escrito? -preguntó el Maestro a la alumna que lo leyó.

-Me doy cuenta que es muy importante practicar prestando atención a los detalles pequeños -respondió la alumna-. Me doy cuenta que la primera parte es fundamental, que sin comprenderla en su totalidad, sumar movimientos no tiene mucho sentido.

-¿Que más pueden decir del escrito?-repreguntó el Maestro-. Les estoy tomando examen.

Un alumno dijo:

-La desviación del camino en principio no parece ser una cuestión a considerar. Al principio un centímetro no es nada, pero propagar ese centímetro en muchos metros o kilómetros nos deja en un lugar totalmente diferente al que deberíamos haber llegado. si nos manteníamos en la dirección correcta. Es algo que nos pasa a los alumnos antiguos cuando no volvemos a corregir la primera parte luego de algunos años, pasado este tiempo luego de haber practicado las otras partes notamos que hemos modificado sin querer algunos detalles de la forma.

-Otra cosa a notar –dijo el Maestro- es que cuando se practica exacto aparece la sensación, de lo contrario, no aparece. Y si no hay sensación, no hay efecto. Nuestra práctica sirve para muchas cosas, no solo para el aspecto marcial, el terapéutico y el emocional. Si practicamos los detalles pequeños, podremos aplicarlo a todo en esta vida.


Resumen de la charla del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 31 de agosto de 2024. Prohibida su reproducción sin autorización del autor.
Desgrabación: Eugenio Fontana

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