La búsqueda en el detalle pequeño
Oct 27th, 2024 | By Editor | Category: Charlas con el Maestro工整的動作
Sobre los detalles pequeños de la forma
Aunque nuestra forma de tai chi chuan es parecida a la de Chen Pan Ling, dado que ahora tiene una gran cantidad de detalles pequeños, ya no se puede decir que sea del estilo Chen. Yo arreglé la forma, la pulí y le agregué muchos detalles pequeños para que, practicándola, se llegue a obtener todos los beneficios, tanto a nivel marcial como de salud y energía. Normalmente, sin los detalles pequeños, es necesario practicar por un lado la forma, y por otro ver las aplicaciones en la defensa personal. En cambio, en nuestra forma, los detalles pequeños ya indican cómo se utiliza cada técnica. Si, de todos modos, en alguna queda una duda sobre su utilización, con solo una pequeña explicación adicional, su uso queda claro. Si la forma no contuviera tantos detalles pequeños, habría que explicar mucho en cada técnica, y habría que practicar aparte cómo usarla, con mayor detalle. En cambio, al estar los detalles pequeños ya incorporados a la forma, su sola práctica marca el uso que tiene cada movimiento y, además, esos detalles aumentan la propia sensibilidad, con solo practicarlos una y otra vez, lentamente. Así, se mejora la concentración y la sensibilidad, y las dos cosas unidas proporcionan grandes beneficios como, por ejemplo, la reacción natural. Por eso siempre les digo que, para practicar nuestra forma, ya desde el principio hay que aplicar mucha concentración y paciencia. Esto es necesario porque uno no está acostumbrado a este tipo de movimientos, por lo que es necesario incorporarlos con paciencia y concentración. Con el tiempo, la práctica se va disfrutando cada día más. No hace falta buscar otros maestros para encontrar más utilidad a la forma: adentro de la misma está toda la explicación de cómo se usa, es completa. Esto es lo que siempre les digo: «uno para todo». Por eso, para practicar nuestra forma, conviene tener paciencia y concentración. Esto no solo hará que logremos una buena técnica marcial, sino que también nos elevará espiritualmente.
Si practican de esta manera, notarán con el tiempo que son capaces de hacer cosas con la mente y con el cuerpo que antes no podían hacer. Esto, les repito, es el efecto de practicar con paciencia y concentración. Lo principal es concentrarse en los detalles pequeños y en el tao wei, es decir, cada movimiento debe llegar al lugar exacto, justo, no se debe cortar antes, debe llegar hasta el final. Si uno se acostumbra a esto, puede aplicarlo a otros procesos, a otros asuntos de la vida, y va a obtener muy buenos resultados.
Es muy importante que la mente y el cuerpo se unifiquen. Esto vale no solo para tai chi chuan, sino también para pakua, hsing-i, chi kong y hsi suei kong. A veces, sin embargo, lograr esto cuesta bastante, especialmente al principio. Por ejemplo, tengo un alumno de chi kong que había practicado conmigo hace dos años, luego dejó, y ahora retomó las clases. En este momento está practicando el ejercicio número 11. Yo noté que le costaba mucho, porque en cada clase le hacía correcciones, pero no las asimilaba tan fácilmente. Entonces, un día, le hice una corrección, lo dejé un rato practicando para que se acostumbrara, y luego le propuse que probara hacer el movimiento como lo hacía antes. De esa forma, pudo comparar ambos y notar los grandes beneficios de practicar correctamente. Fíjense, aunque en chi kong hay pocos movimientos y muchas repeticiones, de todos modos, si no se practican bien los detalles pequeños para lograr tener una clara sensación del movimiento, en general no resulta sencillo avanzar. Cuando se practica bien, se siente más energía y, además, una gran alegría. Dan más ganas de practicar, no se siente como una obligación, sino que, por el contrario, uno tiene mucho interés en hacerlo. De esta forma se avanza mucho más. Todo esto, como siempre les digo, trae además grandes beneficios en el plano espiritual. Por eso, hace unos días les hablé sobre cómo ver nuestro nivel de práctica y cómo cuidarnos para que nuestras acciones sean correctas. En todo debemos mejorar, pero, finalmente, el nivel espiritual es el que más importa. No nos podemos llevar nada de este mundo, solo lo que nuestra alma ha alcanzado. Yo quiero que ustedes comprendan el fin último de la vida, de dónde venimos, hacia dónde vamos: esto es lo más importante. Comprendiendo bien todo este proceso, sobreviene la paz y la tranquilidad en el alma.
No importa a qué nivel lleguemos, lo que importa es tratar de hacer las cosas bien y seguir avanzando. Debemos aprovechar esta vida para aprender. Ojalá puedan aceptar estas palabras, que son muy ciertas, y que puedan llegar a tener un alto nivel en la práctica.
—
-Todos los movimientos necesitan de los detalles pequeños –dijo el Maestro-. De lo contrario, no son tan útiles. Sin detalles pueden tener energía, pero no logran el mismo efecto. Los movimientos tienen que ser completos, integrando cuerpo y mente, ampliando este concepto, se pueden utilizar en todos los aspectos de la vida. Siempre les pido que no pierdan el tiempo, utilícenlo en forma eficiente, logrando el máximo provecho, con el mismo tiempo lograr el máximo efecto. Siempre en las prácticas deben escuchar, aprender y corregir. Si cada día sacamos el máximo provecho del tiempo, ¿qué piensan que pueden lograr? Cada momento lo vivirán con alegría, tendrán éxito, vivirán siempre contentos. Siempre profundicen en cada detalle, en un sólo movimiento, apliquen el “uno para todo”. Así sentirán el efecto, la sensación de que están descubriendo cada vez más cosas, más tesoros. No tienen que buscar las riquezas afuera, nuestra mayor riqueza es interna. Tienen que estar siempre en la búsqueda, profundizar cada vez más, con entusiasmo, con ganas siempre de descubrir, con paciencia, concentración. Quizás debamos aguantar contratiempos, pero así cultivamos la paciencia y la concentración, si todo fuera fácil, no conoceríamos esas dos virtudes. Pónganse objetivos que les parezcan realizables. Por ejemplo, quieren practicar una hora, y a veces les parece mucho y no practican, entonces, tomen tiempos cortos, por ejemplo, diez minutos, si pasan ese tiempo, hagan diez minutos más, y así. Siempre un poco más. Tuve un paciente que no podía dormir. Le enseñé que, en el momento que no puede dormir, salga de la cama y haga diez minutos de mapu, y me contestó que no lo iba a poder hacer, que era mucho tiempo. Le dije entonces que haga un minuto, y si puede ese minuto, un minuto más, y así. A veces cuando nos planteamos tiempos largos, siempre nos quedamos pensando durante la práctica cuánto tiempo falta para terminar.
Bueno, para terminar, practiquen como cultivar la paciencia y después me cuentan.
—
Resumen de la charla del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 19 de octubre de 2024.
Prohibida su reproducción sin autorización del autor.
Desgrabación: Sergio Arakaki.