Lo inesperado

Oct 30th, 2024 | By | Category: Charlas con el Maestro

―Quisiera hacerles una pregunta ―dijo el Maestro―. ¿Cuál creen ustedes que es el sentido de nuestra práctica? ¿Y qué sienten al realizarla?

―Para estar mejor en cuerpo, mente y espíritu ―contestó un alumno.

―Uno se siente feliz ―dijo otro.

―Se siente más energía ―aportó una alumna.

―Al practicar tratamos de estar relajados y de tener una buena intención ―dijo otro.

―Fíjense que, para practicar, hay que poner de nuestra parte paciencia y concentración ―dijo el Maestro―, y, sin embargo, logramos sentir alegría. Es muy diferente a estar simplemente charlando o contando chistes. Nuestra práctica cuenta con los detalles pequeños, que son tan importantes y nos ayudan al control mental y a desarrollar la paciencia y la concentración. Recuerden las palabras que siempre les digo: disciplina, paciencia y concentración.

Ahora Angélica va a leerles un texto.

Situaciones inesperadas

En el idioma chino tenemos una palabra muy interesante, que se utiliza en distintas circunstancias. Esa palabra es yi wai. Se refiere a un acontecimiento inesperado, imprevisto, o, incluso, accidental. Al ideograma yi podemos traducirlo como mente o pensamiento, mientras que wai significa afuera, exterior. Por lo tanto, usamos yi wai cuando sucede algo que estaba fuera de nuestra mente o nuestro pensamiento, es decir, cuando ocurre algo no planeado, no pensado con anterioridad. También se utiliza cuando olvidamos algo que habíamos planeado o agendado anteriormente.

Se podría pensar, entonces, que esta palabra se usa únicamente para acontecimientos negativos, pero esto no es así: también se utiliza en situaciones positivas. Veamos algunos ejemplos para entender esto un poco mejor. Una vez, un hombre de China Continental viajó a Taiwán para visitar la Fundación Tzu Chi. Estaba tan interesado y compenetrado en la charla y en la práctica, que perdió su vuelo de regreso. Cuando se dio cuenta, ya era tarde, su avión había partido, así que no le quedó más remedio que resignarse y esperar otro vuelo. ¿Pero saben qué ocurrió? A la media hora salió la noticia de que ese avión que él había perdido, se había estrellado: lamentablemente todos sus ocupantes habían fallecido. Él se salvó por haber perdido el vuelo. Aquí también usamos la palabra yi wai. Esto le ocurrió porque su karma no concordaba completamente con el karma del grupo de pasajeros. Por eso, sin saberlo, surgió el interés en la charla, tanto que le hizo olvidar su vuelo y, así, salvarse.

Les voy a contar otro caso. Había un muchacho que todavía no era voluntario de la Fundación Tzu Chi. Un día, andando en moto, tuvo un accidente, se cayó al piso y quedó ciego del ojo derecho. Luego se hizo voluntario, y después de varios años de ayudar a los demás, tuvo otra vez un accidente en su moto. Pero esta vez, sorprendentemente, ese accidente le devolvió la vista que había perdido. Aquí también usamos la palabra yi wai. En este caso, por haber sido voluntario y ayudar al prójimo, este muchacho pudo recuperar su vista.

Hay otro caso más que les puedo contar. Tuve una paciente hace unos años, una chica italiana de veintitantos años. Había estado viviendo tres años en Argentina. Ella me contó que un día recibió el llamado de un banco, donde le informaban que habían recibido un dinero a su nombre, y que ella debía retirar. La chica se mostró muy sorprendida, y cuando preguntó de dónde venía ese dinero, le contaron que su madre, que había fallecido unos años antes, se lo había confiado a su tía, diciéndole que lo guardara un tiempo hasta que su hija fuera más grande y tuviera alguna dificultad económica. La tía, viendo que la chica ya tenía edad suficiente, había hecho el giro desde Italia. La chica me contó que justo en ese momento ese dinero le venía muy bien, porque se había quedado sin trabajo y estaba viviendo de sus ahorros. Aquí también tenemos un caso de yi wai. Fue algo muy bueno para ella, alrededor de 40.000 dólares que la ayudaron a superar el problema que tenía.

Con estos ejemplos, vemos que los imprevistos no siempre implican malas noticias, a veces nos traen cosas buenas. Pero entonces, ¿por qué en general lo asociamos con desgracias? Eso es porque a la gente le suele faltar la concentración, o no planea correctamente cada paso que da en su vida. Si uno siempre está concentrado, su energía es positiva, y entonces está más protegido en las distintas situaciones que le toca vivir en la vida. Por ejemplo, una paciente que tuve se había caído al caminar, rompiéndose un hombro. Vino para que le hiciera tratamiento, y le dije que, para evitar que le ocurriera nuevamente, debía tomar aire en cada paso que daba. Ella lo probó, y luego me dijo que no solo la ayudó a caminar con mayor estabilidad, sino que sintió que tenía más energía. Otra señora, taiwanesa, tuvo siete caídas. Yo también le expliqué cómo manejar la respiración, y nunca más se cayó. Es que al respirar bien, la concentración aumenta.

En nuestra práctica, tenemos que aprovechar los detalles pequeños, que nos ayudan a mejorar nuestra concentración. Así, nuestra mente va a ser muy positiva, y entonces lo malo se alejará de nosotros. Esto es muy importante: nuestra práctica realmente nos ayuda mucho en la vida. En cada charla, trato de darles cada vez más ejemplos, desde diferentes enfoques, para que ustedes comprendan la importancia de practicar en serio, con concentración. Muchos creen que, con mover un poco los brazos y las piernas, ya están practicando, y no entienden el sentido de los detalles pequeños, les parecen innecesarios, o que solo están en la forma para hacer más difícil la práctica. Es cierto que siempre les digo que conviene aceptar lo difícil, buscarlo, eso nos hará sufrir y esforzarnos más y así crecer y aprender verdaderamente. Pero en la forma, no es solo este el objetivo, sino también aumentar nuestra concentración y atraer lo positivo, alejando lo negativo. Cuando estamos concentrados, la Naturaleza nos trae cosas buenas y positivas. Por eso es importante conectarse bien con la Naturaleza y tomar su energía. Yo no podía hablar de estas cosas desde el principio, de a poco se las voy contando para que ustedes comprendan el valor de nuestra práctica, en todas sus dimensiones. Y trato de que aquellos alumnos que avanzan en su práctica y comienzan a notar estas cosas, me las comuniquen, así después las compartimos entre todos, para que, de a poco, vayan entendiendo y meditando acerca de qué tan bueno es practicar bien. Mi objetivo es que todos ustedes mejoren, siempre estoy buscando la mejor manera de ayudarlos y de estimularlos. Espero que esto les sirva para practicar con mayor concentración, prestando mucha atención a los detalles pequeños que se esconden en cada movimiento de la forma. Así, sus vidas mejorarán notablemente.

―Vean cuántos ejemplos acabamos de escuchar ―dijo el Maestro―. ¿Saben por qué pude recopilar tantos ejemplos? Por haber aplicado los detalles pequeños al escuchar y observar diferentes situaciones. Podemos comparar a la práctica, cuando se realiza poniendo atención a los detalles pequeños, con una computadora: la información y la relación entre cada dato se van guardando, y, cuando se necesitan, rápidamente se encuentran.

Yo trato de buscar, cada vez más, ejemplos y situaciones donde puedan ver los beneficios de nuestra práctica, que, ciertamente, no se limitan solo a sentirnos mejor y sanar nuestro cuerpo. Por eso, cuando hablo de «uno para todo», no se trata tan solo de palabras. Ustedes también deben intentar observar todo con mucho detalle, sin perderse nada.


Resumen de la charla del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 26 de octubre de 2024.
Prohibida su reproducción sin autorización del autor.
Desgrabación: Andrés Cortella.

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