Aprender a morir
Dic 15th, 2024 | By Editor | Category: Charlas con el Maestro-El tiempo pasa tan rápido -dijo el Maestro-. Ya falta poco para terminar el año. Ya pasaron 20 años desde que migré a la Argentina. Les propongo pensar de qué forma quieren recibir el próximo año, cómo se van a preparar.
Si Argentina emplea paciencia, disciplina y concentración va a mejorar más rápido. Ahora Angélica va a leer un texto mío que Andrés tradujo del chino.
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激發潛能。創造享受的條件。
Acerca de cómo disfrutar
Muchas veces me han preguntado cómo disfrutar en la vida, cuál es la mejor forma de disfrutar. Todo el mundo quiere disfrutar. Hay gente que al juntarse y charlar un rato, considera que ya está disfrutando. Otros, al comer bien, o cosas que le gustan mucho. Cada uno tiene su manera, sus sensaciones. Muchos piensan que disfrutar es poder comer, beber o dormir sin restricciones. Hay otros que tienen algo en particular que les gusta comer, por ejemplo, el helado, y dicen que cuando lo comen disfrutan mucho. También hay gente que dice disfrutar al juntarse con un grupo de gente, tomar café y charlar. Otros consideran a las vacaciones una forma de disfrutar: un momento donde estar más en contacto con la naturaleza, descansar y olvidarse de los problemas y preocupaciones de todos los días. Incluso otros disfrutan de su cumpleaños, un momento de mucha alegría.
Todas estas son formas distintas, y es cierto, en ese momento uno puede sentirse bien y alegre. Pero en general la gente no piensa de forma completa. Lo que hay que plantearse es: en todos estos casos, y muchos otros que no nombré, ¿cuánto tiempo dura realmente el disfrute? En general, muy poco tiempo. Puede que tan sólo unos minutos, o quizá una o dos horas. Sí, es verdad, en ese momento puede ser que uno se sienta bien, acompañado, con alegría, etc. Pero luego de ese tiempo, ¿qué ocurre? Uno vuelve a sus preocupaciones, a sus angustias, a su ansiedad. Generalmente, nadie presta atención a esto, solo piensa en el buen momento que puede llegar a pasar en ese pequeño período de tiempo del disfrute. Cuando está, por ejemplo, en grupo, se siente contento, cree que su vida está muy bien, pero cuando vuelve, llega a su casa y se encuentra con su verdadera vida, su sufrimiento y su angustia. Entonces, es importante entender que ese poco tiempo de disfrute no alcanza para contrarrestar tanto tiempo de sufrimiento y preocupaciones. La gente pasa mucho más tiempo de su vida con nervios, angustia, ansiedad, miedo, depresión, etc. Yo he visto innumerables casos así, de gente cuya vida no está del todo bien. Entonces, cabe plantearse, ¿cuál es el verdadero disfrute?
La verdadera forma de disfrutar en la vida es vivir todo el tiempo con alegría en el interior de uno mismo. Esa alegría, ese estar contento interiormente, es incomparable con los otros disfrutes, que son efímeros: no hay palabras para explicar lo infinitamente superior que es. Ahora bien, una vez que aceptamos esto, la siguiente pregunta que surge de manera natural es: ¿cómo podemos generar esa alegría interior, y cómo hacemos para mantenerla durante todo el día? La respuesta es muy sencilla: todos los días, todo el tiempo, debemos buscar actividades o cosas para hacer que sean buenas, que sean valiosas y significativas, que tengan un verdadero sentido. Debemos realizar estas cosas y notar el éxito que se produce al llevarlas a cabo. Si todos los días los llenamos de «pequeños éxitos», nuestro estado de ánimo va a mejorar notablemente. Al hacer retrospección, finalizado el día, uno va a sentirse muy bien, con esa alegría interior de la cual hablábamos recién, porque va a ver y sentir que usó las horas en hacer cosas significativas. En otras palabras, debemos estimular y liberar nuestro potencial oculto para que salga al exterior. Así, podremos tener momentos similares a la inspiración, y entonces las cosas resultarán fáciles de hacer, y serán exitosas. De esta manera, en nuestra vida renacerá cada día la esperanza y la alegría, y permanecerá en nuestro interior. Entonces, el disfrute no se basa en lo material, en las posesiones o en cosas efímeras. Hay personas que incluso viven de las riquezas heredadas de sus padres. Esto no es bueno, y el supuesto disfrute, en esos casos, no puede llenar nuestras vidas. Para disfrutar realmente debemos construir nosotros la condición para hacerlo, que es lo que expliqué antes, es decir, hacer cosas significativas a cada momento. Así, la alegría es verdadera y uno disfruta realmente de ella. Por supuesto, cada uno tiene su propia afinidad, sus propias inclinaciones, y entonces variará qué hacer exactamente para generar esa alegría interior. Inclusive, no hay que restringirse a una única manera: durante el día debemos hacer diferentes cosas que, como dije, sean significativas, y nos permitan, al hacerlas, alcanzar el éxito.
Muchos, por el contrario, creen que vinimos a este mundo únicamente para disfrutar, pero esto no es así. He visto varios pacientes o conocidos que viven «disfrutando», según ellos, pero que en realidad no han aprendido nada de la vida. Cuando sus padres mueren y quedan solos, sufren muchísimo, porque no saben hacer nada. Hace poco tuve un paciente al que su padre había dejado una gran fortuna, varios millones de dólares. Él tiene más de cincuenta años, no sabe hacer nada, no trabaja: solo vive de ese dinero. Y, además, todos los días tiene que ser tratado por médicos, psiquiatras, psicólogos. A esto no se lo puede llamar disfrutar.
Por eso, hay que entender bien qué significa disfrutar. Hay que hacer cosas buenas, y, a través de los éxitos al hacerlas, cosechar alegrías, día tras día. Tuve alumnos que, al venir a practicar, tenían que esforzarse mucho para hacer bien los movimientos: les costaba mucho incorporarlos. Pero luego, al lograrlo, me han dicho que estaban muy contentos, se veía que su estado de ánimo había mejorado mucho. Tuve un alumno de chi kong, que al hacer el octavo movimiento, me confesó que nunca había tenido una sensación mejor, lo disfrutaba muchísimo. Esto es muy importante: hay que disfrutar de la práctica, que nos llena internamente. Ese silencio, esa quietud interior que puede alcanzarse, hace muy bien. Esto es verdaderamente disfrutar.
Hay que practicar hasta sentir que uno no tiene ganas de parar. Por eso, hay que hacer todos los detalles pequeños. Ahí, escondido, está el verdadero disfrute. Esto es en respuesta a alguien que hace unos días me preguntó por este tema. Yo le dije que espere a que lo responda para todos. Si a la gente no le interesa el tema, por más que yo hable mucho, no me va a escuchar. Por eso aproveché el interés para hablarlo con todos. Sigan practicando con devoción para lograr disfrutar de verdad.
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-Por eso siempre digo que la gran alegría proviene del interior –dijo el Maestro-. Allí radica la gran riqueza, dentro de cada uno. Mucha gente busca la alegría en lugares incorrectos. Hay que practicar para comprender. Luego de atravesar el sufrimiento viene la alegría, después de luchar mucho, es un proceso de vida con mucha experiencia personal.
Recuerdan la frase que escribí en el consultorio que decía: “Si no mantenemos la salud de jóvenes, entonces de grandes mantendremos a los médicos”.
En nuestra vida el disfrutar no se da a través de la materialidad, y nadie se lleva la riqueza material después de la muerte.
Dejar la vida en paz y sin preocupaciones es signo de que vivimos una buena vida. No podemos aprender a nacer pero sí podemos aprender a morir. En esta vida podemos aprender para la próxima vida, y mejorar nuestras condiciones.
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Resumen de la charla del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 7 de diciembre de 2024. Prohibida su reproducción sin autorización del autor.
Desgrabación: Federico Winniczuk.