Aprovechar la enseñanza recibida

Mar 24th, 2025 | By | Category: Charlas con el Maestro

―Yo siempre les hablo de los detalles pequeños ―dijo el Maestro―. De cómo, si uno los practica bien, pueden utilizarse para todo en la vida. Las pequeñas cosas pueden ayudar a las grandes cosas. Por eso, debemos utilizar nuestra práctica para llamarnos la atención acerca de esto. Ahora Angélica va a leer el texto de hoy.

小事不會慌張,大事不會混亂。

Aprovechar verdaderamente la enseñanza recibida

Les quiero contar el caso de un paciente que practicó chi kong conmigo. Luego de haber practicado los 14 primeros movimientos, empezó con los ejercicios para mover la energía. Pero, después de un tiempo, dejó de practicar, y entonces vino la pandemia. Como recordarán, la cuarentena aquí fue muy larga, y mucha gente comenzó a sentirse mal y a tener distintos tipos de problemas, que afectaron su salud, su trabajo y, en general, su estado de ánimo. Mucha gente sufrió ataques de ansiedad y de depresión, y tuvo que consultar a psicólogos y psiquiatras. Así, comenzaron a ingerir distintos tipos de medicamentos, y eso trajo muchas variedades de problemas y síntomas, como, por ejemplo, la impotencia. En nuestro grupo también ocurrió que muchos empezaron a sentir problemas a raíz de la pandemia, del encierro prolongado. Por eso, yo propuse reunirnos por Skype y, de esta forma, pude mostrarles, por ejemplo, que en tan solo un metro cuadrado podíamos ejercitarnos sin ningún problema. Además, les mostré cómo plantar distintas variedades de verduras, aunque sea utilizando botellas recicladas. También les mostré algunos cuellos que había cosido en ese tiempo,  para protegernos del frío. En fin, un montón de actividades que, por suerte, ayudaron mucho, y así, todos los alumnos se fueron sintiendo mejor a pesar del encierro.

En general, la gente piensa que tiene que ir al psicólogo o al  psiquiatra para solucionar sus problemas. Pero, normalmente, estos profesionales, más allá de sus indicaciones y sus buenas intenciones, en realidad no están cambiando la mente propia del paciente, y eso es precisamente lo que hay que hacer, es decir, uno mismo debe cambiar su mente, su forma de pensar y de tomarse las cosas. Es muy fácil decir que hay que pensar en positivo, pero este mundo es muy negativo; hay muchas imágenes negativas que todo el tiempo nos están bombardeando. Entonces, ¿cómo lograr eso? No alcanza solo con palabras,  hay que usar algún método y, en general, eso implica utilizar el propio cuerpo. Así, en nuestro grupo no solo nos limitamos a practicar tai chi chuan, hacer ejercicios y nada más, sino que también buscamos ayudarnos mutuamente para cambiar y para estar preparados ante cualquier eventualidad que pudiera surgir en este mundo. Siempre debemos estar preparados para cualquier desastre natural o problema que pueda acontecer, como fue, por ejemplo, el caso de la pandemia. Ustedes recordarán que hace unos años hubo unos incendios muy grandes en la provincia de Corrientes. En ese entonces, una alumna me pidió si por favor podíamos hacer algo al respecto; yo les enseñé en el grupo una forma de manejar la energía para lograr apagar esos incendios. Fue efectiva, pero, con el tiempo, observé que dejaron de practicar eso que les había enseñado, a pesar de que fueron apareciendo otros desastres naturales. No hay que dejar de practicar nunca. Yo lo que hice fue sembrar una semilla: está en ustedes cuidarla para que se desarrolle y siga creciendo cada vez más. La idea es que sigan practicando y mejorando día tras día. Para darles otro ejemplo, cuando yo estaba en Taiwán, un par de veces hubo mucho viento en la Plaza, un viento realmente muy fuerte. Pero eso no ocurría cuando yo estaba aquí: por eso veo que no están practicando tanto como deberían. Tienen que practicar siempre, potenciar su mente y recitar el mantra como les enseñé. Aunque yo no esté acá en Argentina o en este mundo, tienen que seguir haciéndolo para que no vengan más desastres naturales.

Retomando lo que les contaba al principio, este muchacho que practicó chi kong vino en octubre del año pasado a consultarme. A pesar de que ya habían pasado varios años desde la pandemia, él, sin embargo, seguía teniendo depresión, ocasionada por ese encierro tan largo. Fíjense lo que puede ocurrir por no estar preparado correctamente. Pero yo siempre hablo con ustedes y me tomo el trabajo de explicarles todo. A veces repito las cosas más de una vez, es cierto, pero esto lo hago con un sentido: para que realmente las aprendan, las incorporen y las utilicen. La idea es que estas palabras que yo les transmito no pasen simplemente y desaparezcan, sino que ustedes logren entenderlas y llevarlas a la práctica. A este muchacho yo le apliqué electropuntura y eso le levantó la energía, pero con eso solo no alcanzaba. Podemos compararlo con una batería que, si no se la recarga bien, se vuelve a agotar. Por eso, tuve que hablar mucho con él, explicarle muchas cosas y darle mucha confianza en sí mismo para que pudiera cambiar su mente y ahí, sí, mejorar completamente. De lo contrario, el efecto duraría poco tiempo y no sería tan eficaz. Lo mismo ocurre aquí, con ustedes: yo siempre hablo y cada palabra que les digo es para que ustedes la tomen y la recuerden, ya que algún día en el futuro la van a utilizar.

Mucha gente solo presta atención a lo que necesita en ese momento, pero esto no debe ser así: tienen que escuchar las palabras, aunque no las necesiten ahora, dado que muy probablemente las necesiten en el futuro. Es como el hambre: ustedes no pueden esperar a tener hambre para preparar la comida. Además, si tienen mucha hambre, van a estar muy débiles, o quizá no tienen los elementos necesarios y el supermercado está cerrado, con lo cual no pueden hacer la comida que tanto necesitan. Deben preparar antes las cosas: hay que prevenir y estar preparados para cuando se necesite. Por eso les pido que presten atención a mis palabras y realicen la práctica, incluyendo recitar el mantra en forma grupal para contrarrestar los desastres naturales. Oigan mis palabras, recuérdenlas y llévenlas a la práctica.

―¿Recuerdan la pandemia? ―preguntó el Maestro―. En ese momento, por Skype, nos encontrábamos cada semana y pude explicarles muchas cosas. Siempre hay que prepararse. Fíjense, por ejemplo, en Ucrania. La gente antes no pensaba en la guerra, pero ahora, los negocios cierran y todos tienen miedo. Ya no importa hacer ventas y ganar dinero, lo importante es mantener la vida.

Nuestra práctica nos enseña a prevenir, no solo para esta vida, sino para todas las vidas. Mucha gente habla sobre la filosofía, pero, ¿qué es la filosofía, en realidad? Es prepararse, prevenir y pensar en el futuro. Es no pensar sólo en el ahora, sino también en el mañana. Por eso, guarden las palabras que les digo y recuérdenlas: quizá hoy no las necesiten, pero les servirán más adelante en la vida.


Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 22 de marzo de 2025.
Prohibida su reproducción sin autorización del autor.
Desgrabación: Andrés Coratella

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