El camino de vida

Abr 24th, 2025 | By | Category: Charlas con el Maestro

El viernes 18 y sábado 19 de abril, un grupo de alumnos fuimos con el Maestro a un retiro en Moreno, en la casa de Camila, que nos recibió generosamente. Los alumnos que no participaron del retiro, practicaron en la plaza durante la clase habitual de los sábados. Allí se leyó este texto del Maestro:

不怕老,不怕衰

No tener miedo a envejecer

Siempre les digo que deben practicar de verdad, con sinceridad y devoción, aceptando las indicaciones, sin pensar en otra cosa. Es lo que yo llamo ser «tonto de práctica». En otras palabras, al practicar hay que tener devoción de verdad, con la mente y el corazón. Cuando el maestro habla, siempre hay que escuchar con atención, atesorando esas palabras para el futuro, cuando se necesiten.

Yo, cuando los veo practicar, enseguida me doy cuenta de cómo está la práctica de cada uno. Por más que no medien palabras, yo lo percibo. Y, además, las palabras no pueden engañar lo que veo. Por eso, cuando escucho que alguno me pregunta «maestro, ¿estoy mejor?», siempre pienso que, en realidad, lo mejor sería que se hicieran esa pregunta a ustedes mismos. Es mucho mejor si uno mismo puede darse cuenta de qué movimiento está mal, qué técnica no sale bien. Porque si yo le dijera a alguno «está muy bien», enseguida podría surgir la soberbia, y la ansiedad por aprender más y más movimientos. Lo mejor, sin embargo, es profundizar cada día la propia práctica. Yo, por mi parte, presto atención a lo que necesita cada alumno en la práctica: si acepta mis correcciones y palabras, yo cada vez trato de explicarle más, pero, si veo que no acepta, lo dejo así, en ese nivel, porque noto que no le interesa mejorar de verdad. Es gente que dice «ya practiqué, ya sé este movimiento o el otro», pero, en verdad, se están mintiendo a sí mismos.

El título que le puse en chino a este texto es: «No tener miedo a envejecer, no tener miedo a caerse». ¿Por qué digo esto? Porque, con nuestra práctica, por un lado, uno no tiene tiempo para preocuparse por estas cosas. Por el otro, la práctica mantiene saludable a nuestro cuerpo: cada uno es responsable de su propio cuerpo, ¿por qué debería preocuparse más, si ya lo está cuidando? En cuanto a las caídas, aunque ocurran, no van a ser caídas fuertes porque, gracias a la sensibilidad que desarrollamos con nuestra práctica, podemos girar o movernos rápidamente, para mitigar los efectos de dicha caída. Esto se los digo hoy para llamarles la atención, y para que practiquen cada día con más ganas. Cada uno, seguramente, notará los cambios que se producen en el cuerpo a medida que crecemos y que envejecemos. Por eso, es muy importante practicar continuamente, para mantenernos fuertes y sanos. Nuestro estilo es muy útil para esto: ayuda a que nuestra mente y nuestro cuerpo funcionen armoniosamente, en conjunto, evitando muchos problemas. Si uno cada día practica y pone su empeño en estar mejor, no puede culparse a sí mismo, ni debe preocuparse. El resto de la protección viene del mantra que recitamos. Por eso, insisto: dejemos de lado las preocupaciones.

Nuestra práctica es, como siempre les digo, muy útil, y se aplica en todas las situaciones («uno para todo»). En realidad, si practican a conciencia, pueden llegar a obtener aún más beneficios que los que yo les comento, pero no quiero hablar demasiado: cada uno debe descubrir los límites por sí mismo.

Por todo esto, sigan practicando mucho, con mucha fe, para poder cosechar los frutos de la buena práctica.

Retiro en Moreno

El Maestro nos invitò a que organizaramos entre los alumnos un retiro en donde realizamos diversas actividades: meditación, conversaciones con el Maestro con preguntas de los alumnos, ejercicios, y los movimientos de Tai Chi al amanecer del día sábado. Hubo mucha interacción entre los integrantes y el Maestro destacó la afinidad, el trabajo y el buen espíritu de todos sus alumnos. El sábado recitamos el mantra alrededor de un árbol, a las 10:30, en simultáneo con los alumnos que estaban en la plaza. También lo recitamos antes de emprender el regreso, a modo de agradecimiento y bendición para los dueños de la casa. También visitamos la Reserva Municipal “Los Robles”, ubicada a pocos kilómetros de donde estábamos. Durante la caminata, el Maestro hablaba según las cosas que observaba. A continuación, una transcripción de sus palabras:

La flor de Loto

-¿Ustedes saben por qué la flor de Loto es símbolo del budismo? -preguntó el Maestro-. La planta de flor de loto comienza a crecer en el fango del fondo de un espejo de agua, un lugar sucio y feo, y luego sale la flor con gran belleza. Una persona puede nacer en un ambiente que no es propicio, hostil, feo, pero si se mantiene recto, lucha por ser correcto, surge un ser hermoso. Por eso es representativo de la filosofía del budismo, el potencial de crecimiento espiritual y llegar a la iluminación -.

Las hormigas

Al ver el Maestro un camino de hormigas que cruzaba nuestro paso dijo:

-Como las hormigas, nosotros también tenemos que trazar nuestro camino, nuestra ruta correcta. Observen que, en el orificio de la entrada del hormiguero, hay un montículo de tierra, esto sirve para que el suelo sea más poroso y pueda penetrar el agua de lluvia y no se junte tanta agua en los charcos. Si bien a veces las hormigas se comen nuestras plantas, también son beneficiosas para el correcto desagüe de los suelos cuando llueve. Cuando veo hormigas que se están comiendo mis plantas les hablo y les pido por favor que no hagan más daño, al otro día no están más.

Equilibrio

Pasamos por un espacio en el cual a nuestra izquierda había un bosque frondoso, lleno de vegetación y a nuestra derecha, solo una fila de árboles con un terreno con pasto cortado, acondicionada para que se pudieran colocar mesas, juegos para niños y espacio de recreación. Indicando el lugar frondoso, nos comentó que cada planta puede servir para nuestra salud, cada una puede servir para un beneficio determinado, pero combinado con otras puede tener otros beneficios, es la inteligencia de la Naturaleza. Nos enseñó también que, si de un lado la acción del hombre disminuye la cantidad de vegetación, entonces la Naturaleza compensa aumentando el volumen de plantas y árboles en el otro lado.

 -Si nosotros decidimos plantar árboles, en vez de quitarlos, lo tenemos que hacer con plantas nativas, lo que ya hay en la zona -dijo el Maestro-. En una oportunidad, en una montaña de Sudáfrica, decidieron plantar pinos porque le daba belleza al lugar y se podía explotar su madera. Talaron los árboles existentes y plantaron los pinos. Al tiempo, dejó de llover durante cinco años, hasta que se dieron cuenta de que plantar árboles que no son autóctonos, trae un desequilibrio en la Naturaleza.

Complementación

Pasamos por un lugar en donde los árboles eran más delgados y menos frondosos. El Maestro nos hizo notar que al pie de esos árboles había mucho pasto, que en general en la mayoría de los árboles no es así. Esto se debe a que los árboles al ser más delgados y no ser muy frondosos, permite el crecimiento de la vegetación a su alrededor pues llega más luz solar, y mantiene más la humedad.

Karma y afinidad.

-¿Por qué hay personas que se emocionan con un ser querido que sufre situaciones negativas? Debemos entender que venimos a este mundo y convivimos y nos relacionamos con las personas y grupos por karma, bueno o malo. Y transcurrimos la vida para limpiarlo, pagar deudas y aprender. Entonces, si comprendemos esto, no deberíamos lamentar o emocionarnos cuando una persona querida sufre, o fallece, ya que es su destino, su tiempo, su afinidad.

Por ejemplo, con nuestro grupo, yo siempre les pido que cada enseñanza que les doy, lo guarden, lo memoricen, la recuerden, e intercambien sus dudas, opiniones, consultas, para que la práctica sea correcta. Semanas atrás les comentaba que practicar en grupo es muy diferente que hacerlo en forma individual, en mi consultorio. En forma individual, les puedo corregir detalles, es más fácil concentrarse. En grupo cada uno ve los movimientos de otros, pueden corregirse mutuamente, o tener diferentes formas de explicar un mismo movimiento pudiendo entenderlo mejor, interactúan para mejorar la práctica y su afinidad -.

El apego a una persona debe ser limitado, no es bueno ser emocional, porque si no, habrá sufrimiento y nerviosismo -.

El aprendizaje debe ser en todas las situaciones buenas o malas, si sólo aprendemos de lo bueno que nos pasa y no reflexionamos sobre lo malo, siempre tendremos miedo en las situaciones negativas. Por ejemplo, en los juegos que hicimos ayer, algunos perdieron y otros ganaron, el aprendizaje tiene que ser para ambas partes-.

Hay personas a las que no les gusta sociabilizar, y esto no es bueno. Tenemos que ampliar nuestra afinidad con otras personas para aprender y mejorar nuestro karma. Hay personas que por problemas de relacionarse tienen dificultades en los negocios. No es bueno que elijamos no sociabilizar o no buscar afinidad con otras personas. Es mejor tener la mente abierta, escuchar mis consejos, ampliar el camino, aceptar para cambiar, si no, no camina recto, está siempre “serpenteando”, evadiendo situaciones para aprender. Siempre debemos intentar avanzar paso a paso, hacia adelante -.

El don de dar

Yo les envié la información sobre un curso de voluntariado que organiza la Fundación Tzu Chi (domingo 27 de abril, de 11:00 a 15:00 hs, Blanco Encalada 1726, CABA). Si asisten y aprenden lo que se va a dar en este curso, su vida va a cambiar. Hay personas que tienen incorporado en la mente que siempre alguien los tiene que ayudar, que siempre tiene necesidades, que son pobres, están siempre con la mano con la palma hacia arriba pidiendo. Los que dan tienen la mano con los dedos hacia abajo en forma de dar. Los que dan es porque tienen para dar, no tienen carencias, se autosostienen, los que piden es porque siempre les falta, en su mente graban que les falta, que siempre necesitan ayuda. Es como internalizar un deseo, deseo lo bueno, o deseo estar mal. La mente tiene que ser siempre positiva, pero siempre debe estar acompañada por la acción.

El dar siempre tiene que ser en forma inteligente, no debemos dar y cerrar los ojos e ignorar el contexto de la situación. Por ejemplo, hace años atrás, cuando el pasaje del colectivo se pagaba con monedas, una chica en la calle me pidió dinero para pagar su viaje en colectivo, yo le dije que la acompañaba a subir y le pagaba el viaje, y ella se fue a pedir a otra persona.

En la inundación de 1997 en Corrientes fuimos con la Fundación a ayudar, pero en vez de donar alimentos y ropa, como hacía la gran mayoría, nosotros fuimos a ver previamente qué era lo más importante que necesitaban y llevamos chapas y colchones. Para Bahía Blanca lo mismo, llevamos lo que más necesitaban. Hay que ayudar con inteligencia. Ayudando crecemos mucho, aprendemos cómo se hace lo correcto, comprendemos mejor la situación del otro.

El voluntariado es así, voluntario, no se les va a exigir cumplir con tiempos o ir a los lugares a donde vaya la Fundación para ayudar. Solamente las horas que puedan y la disponibilidad que tengan. La participación es libre. Toda ayuda cuenta. Lo importante para uno mismo es reciclar la mente para que no esté dispersa, reciclar la voluntad, tengo una hora, varias horas, entonces voy a ayudar, así la mente es siempre positiva

Para que tengan una idea de lo que hace La Fundación, por ejemplo, visitamos hogares de ancianos. Es un día de acompañamiento y charla. Si algún anciano o anciana se quiere cortar el pelo, afeitar, pintar las uñas, etc, los ayudamos.

La energía de los arboles.

Algunas personas cuando ven un árbol viejo piensan que hay que cortarlo y plantar uno nuevo, pero no entienden que los árboles que son muy grandes emanan energía hasta el Universo. Esto los científicos no lo estudian. Su energía nos protege y lo hace también a su alrededor. Entonces no sólo ayuda con sus raíces, sino que también por su copa emanando esa energía.

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