―En nuestra práctica, no hay límite al nivel que podamos alcanzar ―dijo el Maestro―, pero siempre debemos intentar mejorar. Por ejemplo, Darío notó, al practicar tui shou con Carolina, que ella dirigía la mirada levemente hacia un costado. Entonces, probó de empujarla suavemente para ese lado, y ella perdió el equilibrio. Luego, sin decirle nada, repitió lo mismo, para corroborar si era efectivamente eso lo que la hacía caer. Ella siempre perdió el equilibrio ante esa técnica, y entonces él le contó lo que estaba haciendo. Al andar en bicicleta pasa lo mismo: uno debe enfocar la mirada bien al frente, estando 100% en la dirección correcta. Cuando Darío me contó esto, yo le dije lo que siempre les comento: los movimientos deben hacerse con todo el cuerpo, no solo con una parte. Con solo poner atención a este detalle pequeño, es decir, al hecho de mover el cuerpo en unidad y no por partes, el resultado de la técnica mejora notablemente. La vista y la cabeza siempre deben acompañar el movimiento. Esto va de la mano de la concentración.

Lo mismo ocurre cuando saludamos: debemos inclinarnos y mirar a la persona con respeto. Esto evita que ingrese mala energía, y además cambia a la otra persona para no ser agresiva. Todo el tiempo debemos buscar la forma correcta de comportarnos, y eso incluye la postura que adoptemos con el cuerpo. Ahora Angélica va a leer el texto de hoy.

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求長生的意義

El significado de la longevidad

A lo largo de la vida, cada persona desea que su existencia se desarrolle conforme a sus propios anhelos. Sin embargo, con solo desearlo no alcanza: si no se actúa, los deseos no se cumplirán. Para que la vida se desarrolle según lo deseado, es necesario practicar diariamente la introspección o la meditación. A través de la práctica de la introspección, se pueden comprender muchas cosas de manera natural, sin necesidad de haberlas estudiado. Esto se debe a que, al concentrarnos en la observación de nuestro interior, se puede captar y asimilar todo lo que nos rodea, siendo posible, incluso, llegar a tocarlo con el alma. Así se pueden evitar muchas complicaciones y actuar más correctamente. Sin embargo, hay cosas que, aunque se comprendan, aún necesitan ser practicadas para poder llevarlas a cabo correctamente. Si uno desea enseñar a los demás, necesita, por un lado, tener un buen dominio de lo que hace y, por otro, ser capaz de explicar con claridad.

Una vida así puede llamarse, sin lugar a dudas, verdaderamente plena. La introspección puede desbloquear los canales del cuerpo, permitiendo que la energía fluya libremente, fortaleciendo el cuerpo y prolongando la vida. Pero si uno, por el contrario, siempre está atento a lo externo, dejándose engañar por las cosas materiales del mundo exterior y cayendo en la codicia y el egoísmo, la energía se pierde, debilitando el cuerpo y provocando enfermedades. Una persona así no sabrá cómo utilizar su vida ni comprenderá el valor que la misma tiene. Por eso, es esencial practicar la introspección para comprender los principios de la vida y saber cómo valorar y desarrollar su verdadero significado.

Algunas personas solo persiguen la longevidad. En la historia hay innumerables casos de reyes y nobles que siempre han deseado obtener el elixir de la inmortalidad, pero que, sin embargo, nunca lo han logrado. Por ejemplo, el líder nazi Hitler creía que si uno pudiera vivir en el centro de la Tierra, sin verse afectado por la gravedad, el tiempo y el espacio, podría alcanzar la inmortalidad. Pero esto, obviamente, no está bajo nuestro control. ¿Por qué mejor, entonces, no practicar para lograr la unificación del cuerpo, la mente y el espíritu, y así vivir en libertad y libre de preocupaciones?

No hay necesidad de complicarse la vida con tantas ideas y métodos. Si practicamos seriamente, concentrados en lo que estamos haciendo, se pueden obtener grandes resultados en esta vida. Lo importante es practicar, como digo a veces, las 24 horas del día. Con esto me refiero a que nuestra mente la tenemos que tener concentrada todo el tiempo, evitando distracciones. Así, sentiremos paz interiormente. El que pueda practicar de esta manera, sin duda tendrá éxito. Espero que todo esto que hablamos hoy los motive para practicar con seriedad. Ya no queda tanto tiempo más para que les siga hablando, así que aprovéchenlo bien.
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―Cierto, todos quieren alcanzar la longevidad ―dijo el Maestro―. Pero hay que vivir sanos, no enfermos. Unos dos mil años atrás, hubo un emperador en China que quería obtener el elixir de la longevidad. Mandó a un servidor a las tierras del Este para lograrlo, diciéndole que, si no lo conseguía, no debía volver a China. Este servidor, que era muy inteligente, le pidió al emperador que le diera 500 hombres, 500 mujeres, un barco, etc. Así, fue a las tierras del Este, y se instaló allá, el actual Japón. Por eso, hay que practicar, eso tiene mayor sentido.

—Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 24 de mayo de 2025. Prohibida su reproducción sin autorización del autor.
Desgrabación: Andrés Coratella.