Liberar el cuerpo, la mente y el alma
May 19th, 2025 | By Editor | Category: Charlas con el Maestro-Mañana es la ceremonia del Baño del Buda –anunció el Maestro-. En Arribeños 2275, CABA, a las 15 hs. y termina a las 16:30 hs. Van a ver las banderas de la Fundación Tzu Chi.
Siempre les hablo sobre la práctica. Conviene que la vista acompañe todo el movimiento. Con tres dedos la mano, no con cinco. Aunque la práctica dure solo pocos minutos, si uno la realiza bien concentrado, es mejor que una hora de práctica sin concentración. Cuando uno está bien concentrado logra ver los pequeños detalles. Entonces tienen que practicar la concentración e identificar cuántos minutos logran practicar concentrados, y luego van agregando más minutos, hasta que sientan su cuerpo y digan “uhhh ya me sale otra cosa”, “me gusta”, “me carga más energía”, “me quedo más tranquilo” o muchas otras cosas. Por eso inicien con unos minutos y luego van sumando más y más. Así lograrán avanzar.
-Cuando hicimos el ejercicio –dijo una alumna– me concentré tanto en la mano que casi me duermo.
-Acompañe todo el movimiento con la mirada así – mostró el Maestro-. ¿Saben por qué acompañar hace bien? De esta forma uno logra relajarse del todo. No pueden relajar la mente porque hacen muchas cosas a la vez. Si usan bien uno solo, todo junto con el cuerpo, quedarán tranquilos, no nerviosos. Potencian la mente. Primero sentirán más energía al acompañar. Luego parece que cargan más energía. Tienen una sensación linda de calor interno y luego tienen más ganas de hacer. Cuando uno tiene más ganas de hacer, el calor es más fuerte. Cualquier cosa que practiquen debe tener interés para lograr efecto. Si no tenés ganas de hacerlo, no se logra un buen efecto. Falta concentración porque la mente lo rechaza. Cuando la mente quiere hacerlo logra un 100% de efecto, no un 50% o solo un 30%.
-Yo no atendía tanto a las articulaciones de los pies – dijo una alumna.
-Tienen que mover y balancear el equilibrio y peso de su cuerpo –dijo el Maestro-. El cuerpo se mueve todo junto, sino se generan torsiones, se pone rígido. Por eso con esta práctica uno comprende su cuerpo. Como hacer para acomodarlo. Hay que liberar el cuerpo, no hacerle mal. Liberar la mente y el alma, y así pueden pasear con la mente fácilmente. Con la práctica uno se acostumbra a regular el cuerpo en cualquier situación, lugar, momento o trabajo. Por eso siempre les digo, nuestra práctica sirve para todo, no solo para Tai Chi. Uno para todo. Ahora vamos a leer un texto mío que Andrés tradujo del chino.
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一切事的好壞都在一念間
Discernir lo correcto de lo incorrecto
Los distintos asuntos que se nos presentan en la vida están muy relacionados con la forma en que pensamos: si pensamos de forma correcta, salen bien; pero, si pensamos incorrectamente, se tornan en malos. En otras palabras: la mente puede generar cosas tanto positivas como negativas.
El famoso libro chino denominado «Clásico de Tres Caracteres» (en chino: san tzu ching) comienza diciendo que, en su origen, todos los hombres son esencialmente buenos y sencillos. Al principio son todos muy similares, pero, al ir creciendo, se van alejando unos de otros: algunos siguen por la buena senda, mientras que otros se inclinan al mal. Esto tiene que ver con los cinco sentidos, porque lo que uno va viendo, oyendo, etc., va cambiando nuestro interior. Es decir, a lo que nos vemos expuestos (enseñanzas y ejemplos) nos va moldeando, para bien o para mal. Los niños son muy sencillos, y no piensan si algo es bueno o malo: solo quieren aprender. Ellos copian tanto lo bueno como lo malo, ya que no pueden, en un principio, discernir lo uno de lo otro. Es por esto que la educación es extremadamente importante: debe ser siempre correcta.
Luego de haber pasado por el colegio, todos nos empezamos a relacionar socialmente. Es fundamental que siempre tengamos a alguien que nos guíe en nuestro camino porque, de lo contrario, es muy fácil errar y alejarse del bien. Como ejemplo, piensen en las vías del tren: mientras circulen por ellas, no habrá problemas. Ese guía espiritual y moral nos mantiene por la vía correcta, evitando choques y desvíos.
Además de tener un buen guía, debemos entrenar nuestros cinco sentidos para captar correctamente lo que nos rodea. Y, por otro lado, la mente es muy importante también: debe estar muy despierta para distinguir lo correcto de lo incorrecto. Así, de a poco, se va formando nuestro carácter. Por todo esto, se desprende que las pequeñas cosas son muy relevantes y no deben ser menospreciadas. Y, entonces, volvemos a los detalles pequeños de nuestra práctica: el cuerpo debe tomar sensación y, al detectar algo que no está bien, debe cambiar y acomodarse inmediatamente, y no seguir en el error, que puede llevar a lastimarnos o a sentir dolores. Hay algunos que practican mal y luego dicen «no, el tai chi no es para mí, quedo siempre con dolor de espalda», o cosas similares. En realidad, el problema está en que practican de forma incorrecta, y no tienen la sensibilidad necesaria para adaptar su práctica a las necesidades o movimientos que van realizando.
El ser humano se diferencia de los animales en el hecho de que debe practicar en este mundo. Los animales, luego de comer, se echan a dormir muy tranquilos. El ser humano, en cambio, debe aprender y hacer cosas todo el tiempo. El hombre cambia el medio ambiente que lo rodea, es parte de su misión. Por eso, hay que observar el entorno y comparar cómo estaba antes, entendiendo por qué ahora está diferente. Es importante comprender el proceso. Por ejemplo, ahora los niños nacen ya con los celulares que los rodean, e incluso con la Inteligencia Artificial, que lentamente pasa a ser algo conocido. Si solo ven esto, su visión será muy limitada: deben poder comparar con lo que había antes, y entender cómo fue el proceso que, finalmente, llevó a tener el estado de cosas que tenemos en este momento. Esta es una de las tareas de la educación: dar los elementos para poder comparar y discernir qué es lo correcto y qué no lo es. Yo trato de enseñarles esto cuando vemos ciertos detalles de la forma o de los ejercicios que hacemos al principio: siempre los animo a que prueben una posición de una forma o de otra, para que comprendan, con su propio cuerpo, en qué postura sienten incomodidad, dolor o debilidad, y en qué postura sienten lo opuesto. En nuestra práctica, la sensación y la mente son muy importantes: hay que entrenarlas a ambas muy bien. Ya les comenté de algunos que pretenden aprender rápido y pasar a enseñar, sin haber comprendido en profundidad la esencia de nuestro arte. Estas personas luego enseñan, en forma incorrecta, a muchos otros. Quizá en un principio no se den cuenta, pero no saben que su karma va creciendo, lamentablemente, día tras día, porque enseñan mal a mucha gente. Cada uno tiene su misión, y no debe forzar las cosas: todo requiere práctica y comprensión profunda. A veces, los frutos no se ven en esta vida, sino en el futuro. Luego, la Naturaleza siempre nos va a ayudar para mejorar aún más.
Estos temas ya los he abordado en otras oportunidades, pero son muy importantes, y es por eso que debo repetirlos de vez en cuando, para que logren comprenderlos bien. Espero que esto los estimule para mejorar más su práctica, y para que aprendan a comparar y a diferenciar lo correcto de lo incorrecto.
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-Por eso cada uno al mismo tiempo, tiene que estar bien concentrado, para no perder tiempo –dijo el Maestro-. Al mismo tiempo salen muchas cosas en una práctica, es más conveniente. Una práctica no solo es para este momento sentirse bien y cómodo. Toda la vida la gente dice “sufro tanto”, “en mi vida tuve tantos problemas y todo es tan difícil”. Para otra vida no grita, hay que prepararse ahora. Por eso ahora les voy a enviar la información a quien le interese para hacer el curso de voluntarios de la Fundación Tzu Chi. Allá les enseñan cómo hacer de voluntario. Ser voluntario sirve para que vean a la gente que se ayuda y cuántas carencias tienen. Se darán cuenta y pensarán “ohh cuántas cosas, menos mal que no las tengo” “Ahh, tengo suerte”. En lugar de gritar, “¿por que me pasa esto o aquello?” al ver el sufrimiento de esta gente uno se da cuenta y piensa “menos mal, yo tengo muchos menos problemas”. Con esto uno puede comprender mejor su vida. ¿Por qué creen que tienen tanto sufrimiento? ¿Alguien sabe la explicación?
-Por el karma – dijo un alumno.
-Un ejemplo más sencillo del karma –dijo el Maestro-. En esta vida, una persona golpea con el puño a otra. Y el otro dice “no lo conozco, ¿por qué me pega?”. Así se junta karma. En la proxima vida, hay que equilibrarlo. Por eso nuestra vida es un espejo de la anterior. El mismo molde y la misma forma, el espejo no se cambia. Si en esta vida uno entiende, pero en la vida anterior le costaba entender y solo decía “¿por qué?” Si ahora hacen el bien se sentirán bien, y se va a notar. En la anterior vida pasaban las cosas y no entendían por qué. Por eso para entender hay que practicar, para potenciar la mente. Hacerlo de manera ordenada, una cosa a la vez. Todo junto es imposible. Buscar uno es mas claro. Si con los mismos ojos quisieran mirar dos o tres cosas al mismo tiempo, ¿que sucedería? No podrían concentrarse en ninguna. Si focalizan en una sola, salen tantas cosas. Porque hay muy poca gente perfecta a la que le sale todo bien. Hay algunos, pero muy pocos. Estos lograron liberarse y vuelven a este mundo para enseñar, dar el ejemplo. Nosotros debemos tomar su ejemplo para aprender, practicar. No decir, esa es su práctica y alto nivel y yo soy solo así. El ejemplo es para enseñarnos y nosotros aprender. Todo es por causa y consecuencia. Si uno, en este mundo, no practica, no quiere avanzar, en las próximas tres vidas se atrasarán. Como en el colegio cuando uno repite el año. Los compañeros avanzan y uno se queda en el mismo lugar. Por eso tienen que avanzar, no atrasar. Después cuesta volver. Vamos a practicar.
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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 10 de mayo de 2025. Prohibida su reproducción sin autorización del autor.
Desgrabación: Andrés Finkelstein