El camino natural

Ago 11th, 2012 | By | Category: Charlas con el Maestro

Durante la clase de hoy se reincorporó una compañera que no venía hace varios días. La última vez que la vimos estaba con un embarazo de 8 meses. Nos contó que su hija nació sin problemas y que había dejado de venir a clase porque el médico le indicó reposo.

-Es bueno hacer algo de ejercicio moderado hasta el último momento del embarazo –dijo el Maestro, -porque eso ayuda a que el parto sea más fácil. Si la mujer no hace nada, después no tiene fuerza para el parto. Una amiga de mi esposa subía y bajaba escaleras hasta el último día y durante el parto su bebé salió fácil como un huevo.

-Cuando estaba por nacer mi hija Tzu Chi, el obstetra dijo que aún faltaban 4 horas y se fue a dormir. Mi esposa estaba muy dolorida y cuatro horas parecían una eternidad. Yo había llevado al sanatorio un equipo portátil de electro acupuntura y le estimulé un punto para inducir el parto. Fui corriendo a buscar al médico y le dije que ya era hora. El recién se había acostado a dormir y me acompañó hasta la habitación protestando que no lo dejaban descansar tranquilo. Al llegar y ver la dilatación que había, indicó a la enfermera que llevase a mi esposa a la sala de parto.

-El obstetra me dejó entrar en la sala y ahí me quedé junto a mi esposa ayudándola a respirar. En general, no se instruye bien a las parturientas en el tema respiración. Les dicen que larguen el aire por la boca y eso no ayuda. Lo mejor es inspirar y espirar por la nariz. El aire entra y las impurezas quedan retenidas en los pelos de la nariz que funcionan como un filtro. Al salir, el aire limpia el filtro. Si el aire sale por la boca, la nariz se va llenando de impurezas y después vienen los problemas de alergia y sinusitis.

-Además, la embarazada necesita hacer fuerza para que el bebé baje. Si larga el aire por la boca, se desinfla y no se genera la presión intra-abdominal necesaria.

-Después del parto, si no hay heridas ni dolor, la mujer puede hacer ejercicios para ayudar a que el útero recupere su tamaño normal –dijo el Maestro y nos mostró en detalle cómo es el ejercicio que combina respiración con tensión muscular. –Estos ejercicios pueden hacerlo tanto mujeres como hombres, 120 repeticiones, todas las mañanas, que es cuando hay más oxígeno.

-Si pueden, lo mejor es levantarse entre las 5 y las 6 de la mañana. En ese momento hay muy buen aire para practicar y revitalizar el cuerpo. La gente que se acuesta cuando amanece y se despierta después del mediodía está haciendo todo al revés; van a contramano de la Naturaleza.

-Por la noche, el cuerpo necesita estar horizontal y relajado, especialmente entre las once y la una, que es el horario del meridiano de vescícula biliar y entre la una y las tres de la mañana, que es el horario del meridiano de hígado. Para hacer bien su trabajo el hígado necesita que la persona esté acostada y descansando. De lo contrario, al día siguiente se va a sentir sin energía.

-Lo mejor es vivir de acuerdo con la Naturaleza; acostarse temprano y levantarse temprano antes de la salida del sol para hacer ejercicio y luego meditar. De esta manera la persona tendrá salud y vitalidad para hacer todas sus actividades del día.

-Pero como la mayoría de la gente no sigue el ritmo de la Naturaleza, el que elige seguirlo, queda aislado de los demás –dijo Rocío.

-Sí, a veces pasa eso –dijo el Maestro. -Alguna vez lo hablamos: que todo el mundo haga una cosa no significa que esa cosa sea correcta. Lo importante es tratar de hacer lo correcto. Hay que luchar siempre para tratar de mejorar y subir al siguiente nivel. En ese proceso nos vamos haciendo cada vez más fuertes, como en aquel cuento del niño y el buey. Pero, como en el cuento, hay que mantenerse en la lucha, porque si aflojamos, es muy fácil caer. En ese proceso de práctica no sólo nos vamos fortaleciendo, sino que también vamos forjando una semilla que va a germinar en nuestra próxima vida.

-La vida debe ser una larga jornada de buena práctica en la que cada día estamos más fuertes, concentrados y llenos de energía que el día anterior. Al llegar al final del recorrido nos vamos contentos sabiendo que dimos lo mejor de nosotros.

-Nacemos con este cuerpo maravilloso que está lleno potencialidad. Tenemos que cuidar nuestro cuerpo, fortalecerlo y usarlo para hacer cosas buenas. Si hacemos eso, si aprovechamos nuestro tiempo para hacer buena práctica, no habrá lugar para el miedo a la muerte, porque al momento de partir no sentiremos culpa ni remordimiento.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 11 de agosto de 2012. Se prohibe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.

 

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